La cita abraza la ‘saudade’: Portugal y las grandes despedidas

José Saramago detestaba la comida picante, pero fue un enamorado de México por cosas como el zapatismo, la esplendorosa obra de Rulfo, sus amigos Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis o la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), a la que acudió más de una decena de veces. La sombra de Saramago — junto a Pessoa, Eça de Queiroz y la flotilla actual de las letras lusas— volverá a planear este año sobre el mayor evento del libro en español, que en su 32ª edición tiene a Portugal como país invitado.

António Lobo Antunes y Gonçalo Tavares son los puntales de la expedición. “Son los dos autores portugueses con más proyección internacional. Dos generaciones diferentes: Antunes es denso, sofisticado, requiere de un lector exigente. Tavares está más encuadrado en las tendencias contemporáneas, que entienden los géneros como un límite que transgredir”, apunta la académica Alma Delia Miranda, directora de la licenciatura de letras portuguesas de la UNAM, un programa que nació de otra de las visitas de Saramago a México.

En 1997, un año antes de la concesión del Nobel al autor de Ensayo sobre la ceguera, Portugal fue la invitada de honor de la Feria de Fráncfort, la única cita editorial que supera en volumen e influencia a la FIL. Más de dos décadas después repiten muchos —Lídia Jorge, Nuno Júdice, Alfonso Cruz, Teolinda Gersão— y faltan otros. “Quizá por su avanzada edad”, añade Miranda, “no han podido venir ni la novelista Agustina Bessa-Luís ni el ensayista Eduardo Lourenço”, autor de una obra con evidentes ecos mexicanos: El laberinto de la saudade.

El aroma nostálgico impregnará de modo involuntario una edición marcada por grandes despedidas. Los premios Cervantes mexicanos Sergio Pitol y Fernando del Paso, quizá los últimos constructores latinoamericanos de grandes catedrales literarias, fallecieron este año y contarán con extensos homenajes. La repentina muerte hace poco más de una semana de Del Paso, vecino de Guadalajara y que tenía programados tres eventos en esta edición, ha obligado a reprogramar sobre la marcha. “Ha sido una sorpresa, era uno de nuestros autores más queridos de la feria y será recordado con actos acordes a su magnitud”, apuntaba la directora de la feria, Marisol Schulz, apenas unas horas después de conocerse la noticia. Al cierre de esta edición, hay ultimada una primera mesa con el director de su editorial, el histórico Fondo de Cultura Económica, y autores como Élmer Mendoza y Carmen Villoro. El centenario de Juan José Arreola, también tapatío, y el recuerdo al pensamiento político de Carlos Fuentes completarán el apartado de homenajes.

Durante nueve días desde este sábado, 120 presentaciones de títulos nuevos, 800 autores de más de 40 países y 20.000 profesionales del libro se repartirán por el caserón de 34.000 metros cuadrados que espera recibir a más de 800.000 visitantes. Hoy arrancan las actividades con el discurso de recepción del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, otorgado a la poeta uruguaya Ida Vitale. El Nobel turco Orhan Pamuk abrirá el Salón Literario. El chileno Raúl Zurita y el serbio Charles Simic serán los platos fuertes en el Salón de Poesía.

“La feria no crece, se diversifica”, apuntaba Schulz en dirección a las novedades de esta edición. Un encuentro de novela negra con Leonardo Padura o William C. Gordon. Un foro de crónica con Leila Guerriero, Felipe Restrepo o Fernanda Melchor. Una miniedición del festival organizada por Sergio Ramírez, Centroamérica Cuenta, desplazado este año a la feria por las turbulencias en Nicaragua. Y el aumento de las mesas dedicadas a temas políticos como la oleada feminista, que contará con la presencia de la académica de referencia del movimiento queer,Judith Butler, el fenómeno de las fake news o los desafíos que enfrentan las democracias latinoamericanas, así como un espacio específicamente dedicado a la vinculación de literatura y gastronomía.