Arrimadas tiene el apoyo de todos los sectores para liderar Ciudadanos
Inés Arrimadas tiene vía libre para convertirse en la próxima presidenta de Ciudadanos tras la dimisión de Albert Rivera. La cabeza de lista por Barcelona cuenta con el apoyo de todos los sectores del partido para liderarlo, según las distintas fuentes consultadas por EL PAÍS. Ante el auge de la portavoz, los críticos que salieron en la crisis interna, como Toni Roldán, vuelven a acercarse al partido. Arrimadas no será presidenta hasta el próximo mes de marzo.
Inés Arrimadas tiene el camino expedito para ponerse al mando de Ciudadanos e intentar reflotarlo tras el desplome electoral. La portavoz parlamentaria es la esperanza del partido para liderar una nueva etapa después de la salida de Rivera, como así se lo están comunicando estos días la mayoría de los dirigentes en las múltiples llamadas y mensajes que está recibiendo. Ella, de momento, se mantiene en silencio —no acudió ayer a la reunión de la ejecutiva permanente— y tampoco ha confirmado a quienes la han contactado que tenga decidido dar un paso adelante, según distintas fuentes. No obstante, toda la cúpula saliente da por hecho que asumirá la tarea. Y que no tendrá rivales de peso.
El consenso es total en Ciudadanos: Arrimadas es la persona idónea para asumir las riendas del partido. La portavoz parlamentaria aúna el apoyo del núcleo de Rivera, del anterior sector crítico y de las federaciones andaluza, madrileña y catalana (las más potentes), y es vista con buenos ojos por el ala socialdemócrata catalana.
Rivera no apuntó a nadie para sucederle en el cargo en la ejecutiva del lunes en la que dimitió, pero su círculo —el secretario general en funciones, José Manuel Villegas, el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, y el de Finanzas, Carlos Cuadrado— ya ha decidido y su apuesta es Arrimadas, según fuentes de este grupo. El apoyo de estos dirigentes es determinante porque hasta que se constituya la gestora que dirigirá el partido, previsiblemente el día 30 de este mes, la ejecutiva saliente sigue pilotando Ciudadanos. No se conoce hasta cuándo va a seguir el círculo de Rivera en primera línea, porque ya se escuchan voces que consideran que deberían dar un paso atrás al igual que hizo su exlíder, como corresponsables del desplome electoral. Villegas, de hecho, evitó ayer confirmar su continuidad en el proyecto. “Mi compromiso ahora es hasta el próximo consejo general”, concretó.
Arrimadas goza también del favor del anterior sector crítico. Luis Garicano, jefe de filas en Europa y principal contrapeso interno a Rivera en la última etapa, le ha dado su respaldo. También dirigentes que dimitieron en la crisis interna a consecuencia del veto al PSOE, como Toni Roldán, según avanza el economista a EL PAÍS, quien apunta a la necesidad de cambios profundos en el partido. “Inés es indiscutiblemente la candidata idónea, pero la nueva etapa tiene que ir acompañada de un rearme intelectual. Hay que recuperar el pragmatismo, la utilidad de un proyecto sólido, reformista y regenerador”, asegura Roldán. El exportavoz económico de Ciudadanos se ha puesto a disposición de Arrimadas pero de momento descarta reincorporarse a la nueva dirección. “No entra en mis planes volver”, advierte.
Tampoco será rival para Arrimadas el eurodiputado y exportavoz en el Parlament Jordi Cañas, a quien algunas voces de la dirección veían como posible relevo a Rivera. Cañas ha confirmado a EL PAÍS que no se postulará, y también ve con buenos ojos a la portavoz.
Pero el liderazgo del partido no se va a resolver hasta la próxima primavera. Los estatutos de Ciudadanos estipulan que el congreso tiene que celebrarse con una distancia de cuatro meses desde una convocatoria electoral. Por lo tanto, no será hasta después del 10 de marzo. Este pasado lunes varios miembros de la dirección confiaban en una reforma de los estatutos para acelerar el proceso, pero ayer el secretario general descartó modificaciones para que el congreso se celebre con las máximas garantías.
Movimientos para una gestora de consenso
Ciudadanos está pilotado ahora mismo por la ejecutiva permanente elegida por Albert Rivera. Este órgano se encuentra en funciones a la espera de que el consejo general del partido (máximo órgano entre asambleas) nombre una gestora que dirija la formación hasta que los militantes escojan al nuevo líder en primavera.
El consejo general que nombrará la gestora se reunirá previsiblemente el próximo 30 de noviembre. El presidente del consejo, Manuel García Bofill —exsecretario general de Ciudadanos en la etapa catalanadel partido— es el encargado de presentar al consejo una lista con los miembros que compondrán esa gestora, hasta un máximo de 15. El consejo tiene que aprobar esa lista con dos tercios de los votos.
Aunque Bofill es un dirigente respetado en el partido, hay movimientos internos para conseguir que la gestora sea consensuada entre distintos sectores. Fuentes de la dirección saliente señalan que van a reclamar al presidente que incluya a los cargos institucionales más importantes y una representación de las secretarías salientes y del anterior grupo parlamentario. Bofill también presidirá la gestora.