Carlos Gutiérrez, secretario de Estado de Comercio de EE UU entre 2005 y 2009 durante la Administración de George W. Bush, propone que las grandes empresas tengan su propia política comercial en sus relaciones internacionales ante la política oficial llevada a cabo por Donald Trump. “Las empresas necesitan no depender de la política exterior de los Gobiernos y ver ellas mismas cuáles son los aliados. La idea es que cada empresa tenga sus propios programas de responsabilidad”, ha dicho Gutiérrez en un encuentro en Madrid organizado por la Cámara de España con representantes de grandes empresas españolas.
A su juicio, se trata de que las grandes corporaciones (de Estados Unidos y de otros países) puedan demostrar que no son dependientes de la política de ningún país y no se vean influidos por las decisiones de la Administración Trump, sobre todo en sus relaciones con China.
Las tensiones entre EE UU y China son para Gutiérrez, que ahora es socio ejecutivo de Albright Stonebridge (consultora fundada por al exsecretaria de Estado Madeleine Albright), una de las tendencias que se producen en el comercio mundial debido a las decisiones de Trump. Junto a esta añade la disminución de la influencia de Estados Unidos en las relaciones comerciales, como consecuencia de su retirada de los acuerdos multilaterales, y el debilitamiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En ese sentido, ha afirmado que no cree que haya ningún acuerdo tras la reunión que los presidentes de China y EE UU van a tener en Argentina durante el G-20. “Hace falta tener sofisticación cultural; insultar o humillar a los chinos no funciona”, ha subrayado.
Respecto a la pérdida de referencia de EE UU en el mundo, Gutiérrez se ha preguntado que “¿quién va a llenar ese vacío?” y ha mencionado que la Unión Europea no debe dejar pasar la oportunidad de aprovecharlo, pero “teniendo claro que no deben asociarse a Estados Unidos”.
Y en cuanto a la OMC, ha dicho que “todas las organizaciones multilaterales están debilitadas porque Estados Unidos ve esas instituciones como una amenaza, para el país no son una prioridad los acuerdos comerciales y ha hecho que la inversión extranjera sea cada vez más difícil porque las empresas están cada vez menos protegidas”. “¿Con qué se sustituyen [las organizaciones]?, no veo ninguna idea”, ha remachado.
Impacto electoral
El político republicano, nacido en La Habana hace 65 años y defensor del acuerdo de apertura de las relaciones con Cuba que firmó Obama, ha arremetido de forma constante contra Trump, del que ha dicho que, cuando negocia, no se sabe “cuándo es real y cuándo es una táctica, y una táctica se convierte en estrategia si le conviene al presidente”. En ese sentido, ha manifestado que EE UU no está representada en Asia y que Latinoamérica va a ser la que más va a sufrir con la política comercial de Trump. “Los perdedores de este movimiento antiglobalización son los latinoamericanos empezando por México”.
A juicio de Gutiérrez, hasta la fecha la política de Trump se ha beneficiado de la buena marcha de la economía, con un crecimiento del 3%, un desempleo del 3,7% y una subida salarial del 3,1%; pero ha puesto en duda que esa bonanza vaya a durar. “La pregunta es si todas las medidas proteccionistas que está tomando van a impactar en la economía en 2020”, cuando se producirán las elecciones presidenciales. Y sobre las elecciones legislativas de mañana martes elucubró que “si los demócratas ganan y obtienen la mayoría en la Cámara de Representantes, ¿qué va a pasar con la política exterior? Y si las cosas van mal echará las culpas a los demócratas”.
Y, precisamente, para después de las elecciones se espera el informe sobre las injerencias de Rusia en los comicios presidenciales. Y si aparece que hubo lavado de dinero, préstamos no declarados u otro tipo de operaciones irregulares, le puede costar la presidencia.