Cómo saber si eres adicto al trabajo
Adicto al trabajo. Quizá escuchaste por ahí la palabra ‘workaholic’, que en español significa trabajólico y es un término para definir a las personas que son adictas al trabajo. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp.
Ahora explicamos sobre esta adicción, qué es, cómo identificarla y qué puedes hacer si eres un ‘workaholic’.
Adicto al trabajo. En la sociedad en la que vivimos, es muy común padecer esta enfermedad. Sobre todo, porque nos bombardean con el discurso del éxito, que se mide a través de tener mucho trabajo y nuestro valor personal, se mide desde ahí.
Los ‘workaholicos’, se caracterizan por tener una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar de forma constante. Este comportamiento puede interferir en su salud física y emocional, así como en sus relaciones sociales.
Ahora es mucho más frecuente que la gente trabaje todos los días sin descanso o que trabaje en jornadas mucho más largas de las recomendadas para la salud mental.
Adicto al trabajo. Hasta pueden dejar de lado su vida personal y las actividades que les gustan con tal de seguir dando más y más por el trabajo.
Y si creías que estas ganas constantes de trabajar y la necesidad de pensar todo el tiempo en el tema, eran solo una pasión y entrega por tu trabajo, lamentamos informarte que probablemente es algo más complejo, puedes ser ’workaholic’.
Causas de la adicción al trabajo
- Incapacidad para delegar tareas o no saber decir que no a las demandas del jefe o compañeros.
- Ambición excesivapor el dinero y poder.
- Problemas económicos y alta competitividad
- Rasgos de personalidad tipo A: personas involucradas en diferentes tareas, con elevados niveles de hostilidad y estrés.
- La falta de organización, que permite la acumulación y sobresaturación del trabajo.
- Ausencia de estrategias para organizar el tiempo.
- Problemas familiares que pueden hacer que el trabajador posponga acudir a casa.
- Manejo inadecuado de los retos que en vez de suponer una forma de crecer llevan al trabajador a meterse en una espiral de trabajo de la que no sabe cómo salir.
Cómo dejar de ser ‘workaholic’
Es importante que para trabajar de manera moderada y saludable no dejes de lado, algunos de tus intereses que estén más allá del trabajo.
Como pasar tiempo con tu familia, viajar, hacer ejercicio, dormir al menos ocho horas diarias, ser creativo y encontrar equilibrio físico y mental.
También es importante que te desintoxiques y pases tiempo sin tu celular o computadora, y para lograrlo debes limitar tus horarios de oficina. Es decir, no estar siempre conectado y pendiente del trabajo, sino tomarte horas libres todos los días en los que puedas despejar tu mente.
Por último, te recomendamos hacer ejercicios de introspección para que entiendas mejor de dónde viene tu adicción al trabajo y que puedas replantearte su lugar en tu vida.
Contesta estas preguntas y si respondes ‘sí’ a cuatro o más, eres un ‘workaholic’.
- Cuando trabajas, ¿sientes que siempre vas tarde y tienes que apurarte mucho?
- ¿Te sientes culpable cuando no estás trabajando y tienes pendientes?
- ¿Te resulta difícil relajarte cuando no estás trabajando?
- ¿Piensas en tu trabajo la mayoría del tiempo?
- ¿Trabajas tanto que tu salud se ha visto afectada negativamente?
- ¿Sientes más interés por tu trabajo y le dedicas más tiempo que a cualquier otra cosa?
- ¿Trabajas por las noches, en fin de semana o en vacaciones?
- ¿Tus horarios de trabajo han dañado tus relaciones con la familia u otras personas?
- ¿Es el trabajo la actividad que más te gusta y de la que más hablas?
- ¿Trabajas más de cuarenta horas a la semana?
- ¿Crees que si no trabajas en exceso perderás tu trabajo?
- ¿Tienes miedo de imaginar tu vida sin tu trabajo?
- ¿Es el futuro una preocupación permanente para ti?
- ¿Te enojas cuando te piden que dejes de trabajar para hacer otras cosas?
- ¿Tus dispositivos móviles como celular o computadora son una extensión de tu cuerpo?
- ¿Haces más de dos cosas a la vez? Por ejemplo, comer mientras trabajas.
- ¿Eres muy exigente y tienes grandes expectativas sobre ti mismo?
- ¿Sientes la necesidad compulsiva de aprobación y reconocimiento?
- ¿Consideras que el éxito profesional es la única forma de validarte como persona?