El activista y experiodista Sergio Martínez ha sido asesinado a tiros en el Estado de Chiapas, al sur de México, ha confirmado la Fiscalía local. Martínez, de 47 años, había dejado de publicar el periódico local Enfoque desde hace años, pero se mantenía activo en redes sociales desde donde lanzaba críticas contra el Gobierno y la Policía de Cacahoatán, una pequeña comunidad cerca de la frontera con Guatemala, donde vivía. Su esposa ha resultado herida durante el ataque y recibe atención médica en un hospital de Tapachula, informa la organización para la libertad de expresión Artículo 19.
Los hechos se produjeron alrededor de las diez de la mañana en un restaurante de Tuxtla Chico, otro municipio en Chiapas. Dos personas acribillaron a Martínez mientras desayunaba y después se fugaron a bordo de una motocicleta, ha informado Isaín Mandujano, corresponsal de la revista Proceso en el Estado. Las autoridades no han confirmado el móvil de la agresión ni han dado detalles sobre los atacantes ni si han sido detenidos.
La Fiscalía ha descartado que el asesinato de El Dengue, como apodaban al experiodista en referencia a un bar del que era dueño, esté relacionado con lo que publicaba en las redes sociales o su supuesta labor periodística. «En sentido estricto no era un periodista, era una persona informada y los colegas de la región lo utilizaban como un informante, pero no lo reconocían como periodista», señala Mandujano. Las autoridades han reiterado que «no era periodista» en un vídeo difundido a la prensa.
Tampoco existe rastro en Internet del semanario que publicaba en Cacahoatán, solo algunas publicaciones públicas en su perfil en Facebook. El periódico se dedicaba a reproducir boletines de los Gobiernos locales y tenía una pequeña sección de columnas de opinión, comenta un excolaborador que ha pedido el anonimato. La versión impresa de Enfoque estuvo en circulación entre 2008 y 2010, tenía un tiraje de 500 ejemplares cada dos semanas o cada mes, agrega. «Después se dedicó a hacer críticas vulgares y a golpear a políticos para después pedirles dinero», ha asegurado el excolaborador en entrevista.
La principal línea de investigación es que el homicidio está relacionado con un ajuste de cuentas entre miembros del crimen organizado. «He pedido a gritos auxilio, me he quejado con todas las dependencias encargadas de la prevención y procuración de Justicia y no me hacen ni me han hecho caso», publicó Martínez el pasado 23 de agosto en Facebook.
Los investigadores encontraron un arma de nueve milímetros en la escena del crimen que pertenecía a la víctima. «Martínez era investigado por su participación en el homicidio perpetrado en la madrugada del pasado 28 de agosto de Ángel Cifuentes Aguilar, que pertenecía a la banda Mara Salvatrucha», ha declarado Ignacio Vila, fiscal de distrito.
El ataque contra Martínez, identificado en un inicio como un «comunicador», provocó indignación entre los medios mexicanos. Apenas dos semanas antes fue asesinado el periodista de El Heraldo de ChiapasMario Gómez en Yajalón, otro municipio de Chiapas. Gómez fue atacado a tiros cuando salía de su casa y murió después de ser trasladado a un hospital tras recibir dos disparos en el abdomen el pasado 21 de septiembre.
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— FGEChiapas (@FGEChiapas) 3 de octubre de 2018