Para Paul Zaloom (Nueva York, 1951) es como si no pasaran los años cuando está sobre el escenario interpretando al frenético científico Beakman. Dos décadas después de la última emisión en televisión de El mundo de Beakman, Zaloom se ha vuelto a poner su famosa bata verde y la cabellera despeinada para explicar de la forma más sencilla los fenómenos químicos y físicos que la naturaleza ofrece todos los días. Y ha viajado por toda Latinoamérica en una gira en la que los chicos que le veían por televisión ahora son adultos, muchos de ellos ingenieros y científicos.
El mundo de Beakman consiguió durante 91 episodios, entre 1992 y 1997, lo que algunos colegios no pudieron: acercar la ciencia a niños y jóvenes. El locuaz científico explicaba acompañado de la rata Lester (el actor Mark Ritts) fenómenos como la gravedad, la electricidad, los campos magnéticos, la termodinámica o la densidad. Beakman hablaba directamente a la cámara y complementaba sus lecciones con experimentos que eran posibles de reproducir en casa. En España fueron las cadenas autonómicas quienes lo emitieron durante los años noventa. En 2006 dio el salto a Cuatro que lo emitió durante los fines de semana.
En abril, Zaloom se caracterizó de Beakman para llevar a la feria tecnológica de Guadalajara (México) una presentación en directo en la que enseñó a los asistentes cómo se forma una nube simplemente con la ayuda de una botella de plástico y agua. En un segmento, por ejemplo, ha explicado el proceso de condensación que mezcla con un poco de humor, mientras los jóvenes le aplaudían. La sala se llenó y algunos asistentes le esperaron a la salida para hacerse fotografías con su ídolo de la infancia. Algunos de ellos reconocen que eligieron la ciencia como carrera profesional tras ver todos los capítulos de la serie.
«Es un gran honor escuchar que el programa tuvo ese impacto en la gente, me hace muy feliz porque no teníamos idea de que eso estaba pasando. Lo grabamos y tratábamos de hacerlo entretenido y educativo, pero nunca pensamos cómo iba a afectar esto a la gente en 20 años. Ha sido una gran sorpresa”, comenta Zaloom en entrevista con EL PAÍS. El programa televisivo se transmitió con doblaje en español adaptado tanto en América Latina como en España, lo que aumentó su influencia en el público infantil hispanohablante en la década de los 90.
“El programa era interesante, divertido, tenía un buen concepto. Pero creo que lo más importante es que mi personaje miraba a los niños directamente a los ojos y les hablaba, entonces había una conexión emocional y cuando somos pequeños esa conexión es muy poderosa”, reconoce el actor sobre el éxito del Mundo de Beakman. Tras el final de la serie, Zaloom se dedicó a hacer algunos papeles secundarios en el cine y a hacer doblaje para muppets en el teatro. También ha dedicado su tiempo a hacer sátira política muy crítica del Gobierno de Estados Unidos, pero el actor reconoce que la tarea más importante ha sido montar Beakman Live!, el espectáculo en directo.
En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más grande del país, los estudiantes también han hecho fila para verlo hacer experimentos. “La gente es América Latina es apasionada del programa, en Estados Unidos también, pero aquí es en otro nivel”, apunta Zaloom. A veces los mismos actores de doblaje que le dieron voz en la traducción al español le acompañan en las giras para interpretar sus diálogos, incluso con las icónicas frases por las que sus admiradores en América Latina recuerdan aunque no estaban en la versión original del inglés.
Zaloom recuerda que entre sus episodios favoritos está aquel en el que se vistió con un traje de protección radioactiva y entró a una nariz gigante para explorar cómo se hace la mucosa nasal. Pero más que nostálgico, el actor está entusiasmado con el futuro ya que trabajará en una serie de vídeos para promover la ciencia entre las mujeres en Latinoamérica.