Italia inmoviliza el ‘Open Arms’ por “graves anomalías” de seguridad

El Ministerio de Transportes italiano ha acordado este jueves inmovilizar el Open Arms, que rescató frente a las costas de Libia a más de 150 inmigrantes, por “graves anomalías de seguridad”. Durante una inspección realizada por expertos de la Guardia Costera italiana en el buque de la ONG española se han detectado deficiencias en materia de seguridad de la navegación, respeto al medioambiente marino, adiestramiento y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia previstos a bordo.

El barco no podrá abandonar el puerto de Porto Empedocle (Sicilia) hasta que no se subsanen las irregularidades técnicas y operativas que se han detectado durante la inspección, según el Ministerio de Transportes italiano. En todo caso, el Open Arms ya estaba afectado por una orden de embargo del fiscal de Agrigento que investiga el bloqueo al que estuvo sometido el buque frente al puerto de Lampedusa hasta que él mismo ordenó su desembarco inmediato, el pasado martes.

Cuando el Open Arms aún estaba bloqueado frente a las costas de Lampedusa, el Ministerio de Transportes italiano ya presionó al Gobierno de Sánchez instándole a que retirara la bandera española al barco o a que lo detuviera usando cualquier otro medio que considerara oportuno. A cambio, el ministro, Danilo Toninelli, ofreció las naves de la Guardia Costera para llevar al pasaje a España.

El Audaz, el buque de la Armada que ha enviado el Gobierno español a Lampedusa para recoger a los inmigrantes del Open Arms, solo traerá a los 15 que serán acogidos por España. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, confirmó este jueves que esa será la cifra definitiva tras concretarse el plan de reparto entre varios países europeos. “Los traeremos a nuestro país en una respuesta humanitaria que el presidente inició cuando nuestro buque salió de Rota”, señaló Calvo en un acto informativo Córdoba, informa Europa Press. Se espera que el buque, que partió el pasado martes, llegue en las próximas horas a Lampedusa, la isla italiana en la que finalmente logró desembarcar el Open Arms ese mismo día. Calvo defendió la opción del barco, frente al viaje en avión, con el argumento de que resulta “mucho más segura y mucho más fácil”.

Tras culminar la travesía de la nave, España será el primer país en hacerse cargo de una parte de los migrantes que permanecieron 20 días bloqueados en el mar por la negativa italiana a abrir sus puertos al Open Arms. Francia y Alemania asumirán la mayor cuota, con 40 personas cada uno, mientras que Portugal acogerá a 10 y Luxemburgo a un par de personas, según fuentes gubernamentales de varios de los países implicados.

La gran incógnita para cuadrar las cifras de reparto sigue siendo Italia. En las últimas horas sus autoridades se habían mostrado dispuestas, en privado, a quedarse con los enfermos y los menores que tuvieron que ser evacuados de emergencia antes del desembarco en Lampedusa. Finalmente, el Ministerio del Interior, que dirige Matteo Salvini, insistió en que todos —los casi 150 que viajaban cuando el barco entró en aguas italianas— debían ser trasladados a otros Estados. Está por ver, no obstante, que sea factible recolocar a menores no acompañados y a personas convalecientes.

Más allá de la dimensión externa, la crisis generada en el barco de bandera española condiciona la agenda política en España. Podemos ha evitado ejercer más presión sobre el presidente, Pedro Sánchez, al renunciar a pedir su comparecencia en el Congreso, como sí han hecho el PP y Ciudadanos. En su lugar, la formación de Pablo Iglesias exige que sea la vicepresidenta quien explique la crisis. Sin el apoyo de Podemos, la iniciativa de que Sánchez dé explicaciones en el Parlamento decae por falta de apoyo.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acusado este jueves al PP de «temeridad, ignorancia y mala fe» por asegurar que las políticas del Ejecutivo socialista «solo conducen a más explotación de los inmigrantes». Es «una política que debería ser de Estado y no sujeta a la lógica partidista», ha criticado Grande-Marlaska en una conferencia de prensa en San Sebastián.