El ocaso de Giovani Dos Santos: el Galaxy le relega del equipo horas antes del inicio de temporada

El ocaso llegó para Giovani Dos Santos (Monterrey, 1989). El Galaxy ha decidido romper relaciones laborales con el futbolista mexicano, considerado en sus inicios como uno de los grandes prodigios del Barcelona y de México. Su cese se ha dado a menos de 24 horas del inicio del torneo de la Major League Soccer (MLS). El atacante de 29 años pasó más tiempo en la enfermería que en el campo la última temporada.

«Hemos tomado esta decisión y creemos que es lo mejor para el club y para Giovani. Trabajaremos con el jugador y sus representantes para encontrar una solución dentro del campo», apuntó Dennis te Kloese, gerente general del club en un comunicado de prensa. Hace menos de seis meses, Te Kloese era el director de selecciones de México, un cargo para coordinar el talento de su país. No se trata como tal de un despido, sino de una cláusula contractual en la que el club tiene el derecho de dar de baja a su futbolista para que pueda encontrar otro equipo en la MLS. En caso de que no, tendrá que esperar hasta verano para el mercado de transferencias.

El Galaxy, además, necesitaba prescindir de uno de sus cuatro futbolistas llamados franquicia. Sus estrellas. La pasada temporada, Zlatan Ibrahimovic aterrizó en el equipo como el jugador estelar, sitio destinado a Giovani Dos Santos, quien abandonó el fútbol español en 2015 para ser uno de los mejores pagados en el fútbol de Estados Unidos.

Gio fue uno de los alumnos destacados en La Masia. Con una zurda de rabia se abrió paso desde los equipos filiales del Barcelona. Su potencia para conducir el balón le acreditó para ser cobijado por Frank Rijkaard y hacerse hueco en el ascenso de Messi y de Bojan. En su país le veían como un elegido. A sus 17 años comandó a México, junto con Carlos Vela, a ganar una Copa del Mundo juvenil. Uno de los escasos episodios de gloria para los suyos. El talento de Dos Santos empezaba a impacientarse, quería comerse al mundo y el mundo lo devoró. En 2008 decidió salir al Tottenham. El día de su presentación compartió templete con un jovial Luka Modric, pero los caminos de ambos trazaron rutas abismalmente distintas.

El mexicano, con sangre brasileña por su padre Zizinho, entró en una espiral de indisciplinas que le llevaron a salir en los medios de prensa rosa por sus actitudes fuera del campo. Deambuló por el Ipswich Town de la Segunda División inglesa, y después en el Galatasaray antes de comenzar un resurgimiento en España. Su fulgor fue intermitente en el Racing de Santander y en el Mallorca encontró estabilidad. El Villarreal confió en Gio en 2013 y sacó una de sus mejores versiones como mediapunta justo en el momento para jugar el Mundial de Brasil. Su esfuerzo le valió para hacer suspirar a los mexicanos durante el verano de 2014 en el que fueron deshidratados por Holanda en octavos de final.

Gio fue el ejemplo de su hermano menor. Jonathan Dos Santos emuló las mismas enseñanzas en el Barcelona y se reencontraron en el Villarreal. La hermandad parecía ser un motor para ambos hasta que en 2015, Giovani viajó rumbo a EE UU lo que fue visto como una jubilación premeditada por el bajo nivel de la Liga estadounidense. El Galaxy le hizo su jugador franquicia. En sus tres años en Los Ángeles dejó una estela de 26 goles en 77 partidos. Las lesiones y la baja de juego le empezaron a relegar en el grupo.

El combustible de Giovani Dos Santos se agotó durante tres temporadas. Con la irrupción mediática y futbolística de Ibrahimovic, la realidad mostró las costuras del mexicano que también había perdido importancia en el seleccionado de México. Gio, el futbolista que no pudo ser, se ha quedado varado.

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