Santi Mina silencia al Espanyol
Santi Mina salvó al Celta. El delantero del cuadro gallego acertó en la última jugada cuando el reloj marcaba el minuto 90. El canterano blanquiazul Pipa desperdició el 0-2 y contestó el exjugador del Valencia con un certero testarazo para fulminar a Diego López y sellar el 1-1. No termina de arrancar el Celta, por momentos seguro con el balón, en otros despistado en la zaga, imposible de doblegar para el ciclotímico Espanyol, que suma cinco puntos en LaLiga, todos lejos de Cornellà.
El Celta lo tenía todo para despegar. Una plantilla bien reforzada, con Denis Suárez, Rafinha y Santi Mina como estandartes, más la confianza de después de haber cosechado un trabajado punto en el Wanda Metropolitano ante el Atlético. Y así empezó el duelo frente al Espanyol. Sorteó rápido la presión inicial del cuadro blanquiazul y comenzó a mover el balón. Llegó a rozar hasta el 70% de posesión en equipo de Fran Escribá, plantado en el campo del Espanyol, sin puntería, sin embargo, frente a Diego López. Santi Mina no acertó el tiro con la cabeza ni Rafinha con la pierna izquierda, después de pescar una pelota que le quedó servida en el balón del área.
El Espanyol arrancó en Vigo como terminó en Cornellà ante la Real Sociedad: perdido. Al dominio del Celta solo contestaba con arrebatados individuales, encabezados por Pedrosa y Matías Vargas, desatadas en largas carreras solitarias que se desvanecían sin peligro para la zaga celeste. No aprovechó el Celta su momento. El Espanyol, en cambio, en la primera oportunidad que tuvo, firmó el 0-1. Apareció otro cuadro blanquiazul tras el paso por los vestuarios, que se benefició de un Celta dormido. Calleri durmió en balón en el área ante un corpulento Aidoo y esperó la llegada de Pedrosa. El lateral, en Vigo extremo, apareció solo en el corazón del área para batir a Rubén.
El gol despertó al Espanyol. Se animó el equipo de David Gallego a desafiar al Celta en el duelo por la tenencia del balón. Pero el equipo celeste aceleró con el volante Fran Beltrán y el delantero Gabriel Fernández, el técnico del Espanyol contestó con dos defensas: Pipa y David López. El cuadro blanquiazul, entonces, solo se dedicó a cuidar la ventaja. Se acorraló en su campo y custodió a Diego López, solo asustado con un disparo cruzado de Iago Aspas. También lo pudo liquidar el Espanyol, pero Pipa le apuntó a Rubén después de la galopada de Darder. Entonces, cuando el Espanyol se relamía con la victoria, Santi Mina saltó más que nadie y firmó el empate en la última jugada.
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