Griezmann: “Messi no habla mucho y yo tampoco”
Aunque suma tres goles, el rendimiento de Griezmann no es el mejor porque no acaba de casar aún con el fútbol azulgrana. “Me siento cómodo, pero necesito mejorar en el campo, sobre todo en los movimientos”, replicó el francés; “con el balón estoy bien, aunque debo entrar más en juego. Me siento con confianza, pero sé que me faltan cosas para ser el mejor Griezmann posible. Está en camino”. Y añadió: “Acabo de llegar a otra filosofía de jugar, otra posición en el campo. Hay que aprender cosas, mejorarlas, cambiar movimientos… Eso en dos meses no se puede tenerlo al cien por cien. Me va a llegar y sé que mis compañeros me esperan. Yo me exijo cada día”.
Feliz por debutar en la Champions con la camiseta azulgrana –“es el primero y tengo muchas ganas”, expuso-, Antoine agradeció el cariño de la afición. “Me ha sorprendido para bien porque cantan mi nombre, me empujan a mí y al equipo… Ojalá pueda devolverles el cariño porque me gusta tener conexión con mi afición”. Otra cosa es que la tenga con Messi. “Leo no habla mucho y yo tampoco… Pero ya le he dado algún mate y estamos en la buena dirección. Ha estado lesionado y es complicado aprender y mejorar esa conexión. Pero somos dos chicos de buena gente y estoy para ayudar a cualquier persona del equipo”. Y subrayó que en el césped la falta no es de entendimiento sino de minutos: “Siempre es más difícil cuando tenemos lesionados y no estamos todos juntos. No podemos trabajar ni en los entrenamientos, pero hay que encontrar la manera con Carles Pérez, con Ansu cuando ha entrado, conmigo por dentro o por bandas… Tenemos una gran plantilla y seguramente mañana encontraremos la fórmula para ganar”. Otro asunto es que juegue donde quiere. “No sé dónde es mejor. Acabo de llegar y estoy para ayudar. Son respuestas aburridas pero es así y no puedo hacer nada. Hay un mister, táctica y debo meterme ahí”. Aunque Valverde le dio la solución: “Creo que en la izquierda lo puede hacer bien. No me parece una mala idea ponerle en la izquierda o en el centro”, explicó. E ironizó: “Pero bueno, ya me lo pensaré lo de jugar en la derecha”.
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No quiso meterse en líos el técnico, consciente de que en el club ya hay demasiados enredos, ahora que anda a la gresca el vestuario del Barcelona con la directiva, al punto de que Piqué hizo de portavoz del camerino para advertir a la junta de que debían ir de la mano, de que no se debían enviar mensajes a través de la prensa. Una salida de tono por la que el presidente Josep Maria Bartomeu le ha citado al orden y que evidencia la fractura en el club, ahora que los resultados no son los esperados. Motivo por el que en el Camp Nou se duda del entrenador y se dedican pitas como a Suárez en el último encuentro en casa. Por lo que el duelo ante el Inter, el segundo en la liguilla de la Champions tras empatar a cero en Dortmund, se antoja vital para la estabilidad deportiva y hasta social.
Ocurre que el Inter está en efervescencia, líder de la Serie A al contabilizar los partidos por victorias. “Es un equipo que ha cambiado bastantes cosas. Jugadores, entrenador, esquema… Intenta jugar desde atrás y apretar arriba. Ha tenido un comienzo espectacular y esperamos un partido complicado. Es otro Inter, marcado por su entrenador, muy sólido y complicado de hacerle gol”, resumió el técnico; “pero jugamos en casa y en la Champions somos bastante fiables. Lo que no sé quién es favorito ni me interesa saberlo. Es absurdo porque eso no da puntos”. Pero sí le interesa el triunfo: “El que gane, dará un paso importante hacia delante”. Aunque para el Barça puede suponer un bálsamo entre tanta acidez. “Lo que nos interesa a todos es centrarnos en lo que tenemos por delante, que es mucho. Es una gran exigencia tanto en LaLiga como en Champions y debemos intentar, sabiendo que en este club se generan polémicas de a nada, ir por el mismo camino. Eso es lo más importante: que las polémicas nos vengan desde fuera”.
Sabe de lo que habla Valverde, consciente de que la inestabilidad institucional y deportiva no llevan a ninguna parte. Por eso, trata de hacer de intermediario. “Yo me siento en mi sitio. Los entrenadores tenemos que manejarnos con muchas variables: la de los jugadores, la prensa, la presión, la obligación con quienes te contratan… Pero eso es cada año. A veces se lleva mejor y otras peor. Pero para que funcione la clave es ganar partidos”. Y, sin descifrar si Messi y Dembélé entrarán en la convocatoria, subrayó: “Tenemos la obligación de ganar siempre. Si no lo haces, tendrás problemas. Y nosotros tenemos un equipo para ganar todo, para querer ganar todo”.
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