Miguel Torres y Paula Echevarría, nueva etapa en su historia de amor
Cuando Paula Echevarría dejó ver, en medio de su interminable divorcio de David Bustamante, que existía una nueva persona que ocupaba su corazón, nadie apostó por una relación que se preveía pasajera. Año y medio después Miguel Torres, el futbolista del Málaga C.F. forma parte de la vida cotidiana de la actriz y también es habitual verle compartiendo momentos con Daniella la hija que la influencer tuvo con Bustamante. La última decisión que ha tomado el deportista indica que sus caminos estarán a partir de ahora incluso más cercanos, porque este jueves Torres ha anunciado su retirada del fútbol profesional y por tanto el fin del contrato que le unía al club malagueño y a la ciudad andaluza.
La decisión ha llegado cuando el deportista ha cumplido 33 años y lleva 13 de carrera profesional en la que ha pasado por diversos equipos, desde ser canterano del Real Madrid, a jugador del Getafe, del Olympiacos y finalmente del Málaga, equipo por el que fichó en agosto del 2014 y en el que ha permanecido hasta esta temporada. En el comunicado que ha emitido para dar a conocer su decisión no olvida dirigirse a Paula Echevarría para agradecerle su apoyo: «Gracias Paula, por apoyarme y darme siempre los mejores consejos y tu cariño incondicional. A mis amigos que habéis disfrutado y sufrido en ocasiones más que yo, os lo agradeceré de por vida», ha dicho.
A nadie le resultará extraño que la relación a distancia que mantiene la pareja, con continuos viajes entre Madrid y Málaga, haya podido pesar en la decisión del futbolista, pero sus palabras dejan entrever que su actuación en el campo no ha sido la mejor en los últimos dos años, con continuas lesiones que le han mantenido apartado y con críticas en las que su relación con la actriz han estado como telón de fondo. Miguel Torres estaba tocado moralmente por dos temporadas en las que la afición malagueña le señalaba por las pocas ocasiones en que ha podido demostrar su juego, y el desencanto se manifestó en forma de pitada el pasado 8 de junio, cuando el jugador salió al campo de juego por primera vez en toda la temporada. Un momento que casi con seguridad resultó determinante para decidir su futuro.
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«Me gustaría dirigirme a vosotros desde el corazón para deciros que he decidido dejar de jugar al fútbol profesional. Han sido 25 años increíbles desde que empecé en la cantera del Real Madrid hasta hoy que decido cerrar la mejor etapa de mi vida. Todo empezó desde una pequeña ventana de mi colegio donde todos los días veía el estadio Santiago Bernabéu (…) Quiero terminar con el Málaga C. F., donde tenía claro desde hacía mucho tiempo que quería terminar mi carrera. Han sido cinco temporadas inolvidables donde he disfrutado mucho de mi profesión y he sido muy feliz. Jamás quise vivir un descenso en mi carrera, y mucho menos aquí. Decidí quedarme la temporada pasada para subir a Primera División, donde debemos estar, hicimos todo lo posible y no pudimos, pero no tengo ninguna duda de que el año que viene se conseguirá», rezaba parte del comunicado del deportista.
Ahora le espera Madrid, Paula Echevarría, la nueva casa que ella se ha construido en Villafranca del Castillo, la experiencia de su novia para rentabilizar la fama como prescriptora y proyectos aún por concretar. Una opción podría ser participar en programas y tertulias de fútbol. Pero las últimas declaraciones de Echevarría parecen indicar que se lo tomará con calma: «No es un trauma ni un palo. En este momento de mi vida quizá sea lo mejor para dar tiempo para que todo vaya fluyendo de una manera normal y tranquila y no tener presión de nada», dijo Echevarría sobre su relación con Torres en una entrevista con El Economista.
Los flecos de su relación anterior con David Bustamente son casi inexistentes, una casa por vender en la misma urbanización en la que la actriz ha construido su nuevo hogar y todo lo que tenga que ver con la hija que tienen en común. El resto, cada día resulta más evidente que pasa por Miguel Torres, juegue o no al fútbol.