Peter Kenyon: “Mourinho está lejos de ser un entrenador irrelevante y superado”
Peter Kenyon (Stalybridge, Inglaterra, 1954), no solo reformuló la figura del director general en los clubes de fútbol. Entre 2000 y 2009 se convirtió en el ejecutivo más influyente del fútbol británico y, por extensión, del planeta. Primero, a la cabeza del Manchester United, en donde persuadió a Alex Ferguson de que retrasara su retirada; y segundo en el Chelsea, en donde fichó a José Mourinho durante la etapa de mayor expansión del club londinense. Este miércoles visitó Football World Summit de Madrid, el congreso que reúne a buena parte de la industria del fútbol, para promocionar su último emprendimiento, The Coaches Voice, reflejo de The Player’s Tribune, un medio de comunicación, dice, concebido para y por los entrenadores.
Pregunta. ¿Por qué es importante escuchar la voz de los entrenadores?
Respuesta. Llevo mucho tiempo en esta industria y los entrenadores son más importantes que nunca. Están cada vez más en el centro de todo. Tal y como van las cosas, cada día será más importante el entrenador de entrenadores. Por eso pensé que había una brecha en el mercado para un medio de comunicación que se dedicara a ellos, para que demostraran su destreza. Eso es The Coache’s Voice. Una plataforma para que se posicionen y para que la gente comprenda el papel cada vez más amplio que tienen en el juego. Porque, paradójicamente, cuanto más crece el negocio y más atención genera, menos tiempo tienen estos tíos para demostrar sus conocimientos y explicar cuáles son sus objetivos.
P. ¿Pero no cree que aquí hay una contradicción? ¿No le parece que los entrenadores se pasan la vida ocultando información, a los aficionados, a los rivales…?
R. No creo que sea así. La realidad es que el trabajo de los entrenadores se ha vuelto muy complejo por muchas razones. Primero, porque el tiempo para que completen sus objetivos se ha reducido más y más y la presión se ha vuelto enorme. Esto siempre ha sido así, solo que ahora se ha vuelto peor. Demostrar lo que pretenden hacer en relación con el juego y cómo lo van a hacer ya no forma parte de la agenda, realmente. El sentimiento general es que el discurso del resultado inmediato se lo ha comido todo. The Coache’s Voice es una plataforma realmente suya: les da voz a los técnicos, no a los intérpretes de su voz. No se trata de que hablen de un partido o de un club específico. Se trata de que desarrollen su filosofía. Que expresen todas las cosas que el día a día de conferencias de prensa les impide explicar, y que constituyen lo que realmente son.
P. Habla de la dimensión puramente técnica de su trabajo. ¿No cree que los entrenadores representan sentimientos, culturas, sociedades…? ¿Qué opina de los técnicos como Klopp o Guardiola que exteriorizan un discurso político?
R. Todos consideramos a los entrenadores porque son entrenadores. Porque hacen lo que hacen con un equipo de fútbol. Aunque hagan otras cosas muy bien. No estamos aquí para hacer juicios. No estamos para politizar… Para ser honestos solo queremos darle la oportunidad de decir lo que quieran decir. El trabajo de un entrenador está enfocado en una tarea que es tremendamente exigente de por sí.
P. Dos tercios de los jugadores de la Premier se formaron o nacieron fuera de Gran Bretaña. ¿Cuáles creen que serán las consecuencias del Brexit en el fútbol inglés?
R. ¡Si supiera eso, probablemente sería primer ministro! La realidad es que aunque dejemos la Unión Europea, la Premier se rige por un sistema de cuotas que en estos momentos no ha sido sobrepasado. Hay menos extranjeros de los que podría haber de acuerdo con nuestra normativa [se permiten 17 por cada plantilla de 25]. Creo que es deseable, y pienso que en esto coincido con la mayoría de los clubes, que se mantenga el marco de cuotas existente. Supongo que cuanto antes se resuelva esta crisis mejor porque ni al fútbol ni al resto de las industrias nos resulta confortable esta incertidumbre. Yo estoy seguro de que la Premier se adaptará sin mayores dificultades al desenlace del Brexit, sea cual sea.
P. ¿La Ley Bosman y la libre circulación de los extranjeros comunitarios fue clave en el desarrollo de la Premier?
R. No se pueden olvidar otros factores que fueron primordiales. Primero, la decisión de los 20 clubes de la Premier de negociar los derechos de imagen de forma colectiva y la distribución equitativa del dinero: reparto del 50% en 20 partes iguales; un 25% dependiendo de la clasificación; y el 25% restante en función de la audiencia. Segundo, la compra de los derechos por parte de Sky en la nueva modalidad el pago por visión. Tercero, la excelente comercialización de las retransmisiones internacionales. Y cuarto, la regulación del Gobierno ordenando reformar los estadios, eliminando las gradas de pie y obligando asignar a cada entrada un asiento, después de las tragedias de los 80. Todo eso convirtió a la Premier en la competición más rica y posibilitó que vinieran mejores jugadores de todas partes del mundo.
P. Usted fue un dirigente transformador en el United de Ferguson y en el Chelsea de Mourinho. ¿Qué impide a estos clubes competir al mismo nivel que hace una década? ¿Atraviesan una crisis de identidad?
R. Es un proceso que observamos en todas las ligas. Ocurrió con el Inter y con el Milan en Italia. Cuando llegué al United en 1997 el club inglés de referencia era el Arsenal. Cuando fiché por el Chelsea en 2003 el más dominante era el United. Son ciclos y debemos aceptarlos. De vez en cuando las organizaciones deben evolucionar. La retirada de Ferguson supone un cambio generacional que requiere mucha energía y mucho tiempo. El Chelsea es distinto: ha atravesado por una larga serie de cambios de entrenador mientras su propiedad ha sido tremendamente estable. Detrás de todo esto flota el elemento cíclico. Y para completar la transformación existe una evolución en el juego. El ejemplo es el Manchester City: ha progresado durante los últimos 11 años gracias a la inversión de Abu Dabi. No es un éxito desorganizado. Lo que vemos allí es una construcción constante y calculada, para establecerse en una posición dominante durante un largo periodo de tiempo. Y la resurrección del Liverpool produce resultados impresionantes: sus estadísticas en la última Premier son un récord histórico. ¡Y otra vez volvemos a los entrenadores! Tanto el City como el Liverpool han contratado a dos de los mejores entrenadores del mundo. La influencia que tienen sobre el juego es enorme. Pero no nos olvidemos: el primero fue José [Mourinho] en 2004. Transformó el modo de gestionar los equipos. Era diferente. Nos llevó a otro nivel. Pero en 2004 si hubieras dicho que era el mejor entrenador que jamás pisó Inglaterra la gente se habría reído de ti. Klopp y Pochettino son de la misma especie.
P. ¿Por qué los entrenadores son más determinantes que hace dos décadas en el desarrollo del juego?
R. El fútbol ha cambiado tanto en los últimos 30 años que ya no puedo imaginar el juego sin pensar en entrenadores cada vez más influyentes. Esto va a más. Mire el dinero que ha invertido el United en jugadores [cerca de 450 millones de euros en las últimas tres temporadas]. Cuando empecé en esto, los entrenadores eran directores generales. Se ocupaban de todo. Ahora el entrenador no puede hacer otra cosa que entrenar al primer equipo. Porque los presupuestos se han disparado, porque se juega tres veces por semana, y porque el personal auxiliar se ha multiplicado y todos están bajo la gestión personal del técnico principal. Hay equipo médico, equipo de fisioterapeutas, equipo de preparadores físicos y recuperadores, equipo de analistas… La profesionalización del entrenamiento ha experimentado un cambio dramático.
P. Mourinho está sin trabajo después de haber fracasado en el United. ¿Cree que es un entrenador desfasado?
R. Si tuviera que hacerme cargo de un gran club y necesitara fichar un entrenador el primero en el que pensaría sería José Mourinho. Es inteligente, es relevante, tiene una experiencia vastísima. No está caduco. Solo creo que necesita el club adecuado. Estoy seguro de que volveré a ver a Mourinho formar parte de un gran club. La clave es contar con la estructura y la organización adecuada para insertarlo de forma que él pueda formar parte del todo. Fui el primero en expresar mi decepción cuando dejó el United porque creo que pudo formar parte de esa gran estructura de dirección. Nadie mejor que él sabe lo que representa el United. José está lejos de ser un entrenador irrelevante y superado.
P. ¿Por qué ningún entrenador inglés ha ganado la Premier?
R. La pregunta no es qué pasó con los entrenadores ingleses, sino qué pasó con el fútbol inglés cuando abrimos la puerta al fútbol europeo. Los clubes ya no ficharon a los mejores ingleses sino a los mejores del mundo. Pero creo que el nivel de los técnicos ingleses está subiendo. Gente como Frank Lampard o Steven Gerrard han sido enormes jugadores que se han formado como entrenadores, y si se les da la oportunidad demostrarán que son muy buenos. El talento está ahí. Necesitamos la habilidad y la tenacidad de movernos en el sistema y creo que estamos ante la aparición de una nueva generación de entrenadores ingleses, no formados en el viejo estilo británico sino en el estilo moderno, y que ya no son mánagers sino solo entrenadores. La prueba es la solidez de la estructura de las canteras en Inglaterra, donde se están produciendo excelentes jugadores sub-21 que, obviamente, han sido adiestrados por entrenadores ingleses. Algunos de esos tíos acabarán dirigiendo en la Premier y, con suerte, también en las grandes ligas de Europa.
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