La negligencia en el cuidado del pasto del estadio Azteca ha llevado a la National Football League (NFL) a cancelar su partido anual en Ciudad de México. El juego entre Kansas City Chiefs y los Rams, programado para el próximo lunes 19 de noviembre, se jugará en Los Ángeles. El negro episodio ha enturbiado las relaciones entre los organizadores mexicanos y la máxima Liga de fútbol americano. México dejará de percibir cerca de 45 millones de dólares como concepto de derrama económica.
Los expertos de la NFL analizaron el campo del Azteca desde el pasado lunes y detectaron que el campo estaba destrozado. Las causas, según han informado en un comunicado, ha sido la temporada de lluvias y los múltiples eventos en el estadio. Esas condiciones «presentan riesgos innecesarios para la seguridad de los jugadores y hace inadecuado organizar un juego de la NFL», escribió Mark Waller, vicepresidente ejecutivo internacional de la Liga.
La NFL decidió, en 2016, volver a organizar un partido de temporada regular en Ciudad de México tras 11 años de no hacerlo. El impulso turístico de otro evento internacional, la Fórmula 1, fue uno de los alicientes para su regreso a México. Los pasados partidos, el Oakland Raiders – Houston Texans y el New England Patriots – Oakland Raiders, dejó en las arcas mexicanas unos 45 millones de dólares. El año pasado, a unas horas del encuentro de los Patriots, la secretaría de Turismo había anunciado la extensión de contrato para celebrar partidos hasta el 2021 porque, de acuerdo con la propia NFL, había sido un rotundo éxito.
El campo del principal estadio de México ha tenido un duro desgaste en los últimos seis meses. El recinto, sede de dos Copas del Mundo, ha sido la sede de los juegos semanales de Liga y Copa de dos clubes: el América y el Cruz Azul. En una misma semana habían dos partidos. Para tratar de evitar el deterioro se cambió el césped natural a uno híbrido realizado por la empresa especializada Turf Managers. En julio pasado, el cambio de pasto despertó suspicacias. A partir de ese momento, las condiciones del campo no mejoraron. Las autoridades del Azteca determinaron que el pasto se necesitaba tiempo para su adaptación y señalaban que la cancha estaba «estresada».
Pese a tener el compromiso con la NFL, las autoridades del estadio Azteca aseguraban que el césped mejoraría pronto; sin embargo, en octubre pasado el campo se utilizó para un masivo concierto de Shakira y, seis días antes de la cancelación del juego de fútbol americano, se utilizó para otro evento musical. Los estragos se notaron el pasado sábado durante el partido entre un partido de la Liga mexicana de fútbol. El bochorno del pasto en el Azteca ha angustiado a la NFL.
