La Secretaría (ministerio) de Cultura mexicana tiene menos de cuatro años y el Consejo de Diplomacia Cultural de México menos de tres meses. Sin embargo, desde los tiempos de Octavio Paz, la cultura ha sido embajadora de México en el mundo. Hoy es otro poeta, Enrique Márquez (San Luis Potosí, de 69 años), quien ejerce como director de la diplomacia cultural. Al menos en España, su tarea se ha complicado en las últimas horas: el lunes este periódico adelantó la carta en la que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pedía a España que se disculpe por los “abusos” cometidos durante la conquista del territorio mexicano hace 500 años.
Pregunta: ¿Cómo ve el estado de la cultura mexicana?
Respuesta: Nosotros percibíamos que la presencia de México en términos culturales había llegado a un nivel de estereotipo grande. México no es solo el muralismo indígena o la revolución, no se agota con Frida Kahlo. Tiene una energía y una capacidad de innovación enorme: tenemos creadores jóvenes y no tan jóvenes que están enriqueciendo mucho el acervo cultural. La nueva diplomacia del Gobierno de López Obrador busca el rescate de esta cultura que están produciendo los mexicanos, por ejemplo en Estados Unidos. Para nosotros es tanta cultura la poesía de los jóvenes oaxaqueños en tres lenguas como Rufino Tamayo. Queremos dejar atrás las concepciones culturales de élites: alta cultura, baja cultura, cultura popular…. Ese mundo ya no existe, existe un mundo que articula todas las culturas. La nueva diplomacia cultural mexicana tiene que ver con estos objetivos.
P. La Secretaría de Cultura tiene pocos años, y su departamento es muy reciente. ¿Qué opina de lo que se ha hecho hasta ahora?
R. Mire, yo creo que México ha sido efectivo en nuestra capacidad para hacer grandes exposiciones desde los años cincuenta. Pero nos pareció insuficiente. Pensamos en abrir la agenda e incorporar otros temas, y otras zonas que no habían sido visitadas por la diplomacia.
«Estoy seguro de que, como en nosotros momentos de la historia, vamos a ponernos de acuerdo»
P. ¿A qué se refiere?
R. Me refiero al pensamiento. A las ideas. La nueva diplomacia cultural tiene como objetivo presentar a México como un país que piensa. A los mexicanos nos define no solo la gastronomía, por ejemplo, sino también las ideas. Los mexicanos tenemos ideas sobre lo que pasa en el mundo y lo que queremos que nos ocurra.
P. ¿Cree que los mexicanos comparten la idea de López Obrador de que España debe pedir perdón por los abusos de la conquista?
R. Mire, aquí lo importante es que es una iniciativa que mueve a la polémica, a la inquietud… habría sectores en España y en México que evidentemente preferirían la indiferencia y el olvido a polemizar sobre hechos históricos. Bueno, se van a celebrar los 500 años de la llegada de Hernán Cortés a México. Es una oportunidad para revisar la historia… para reacercarnos. La intención del presidente López Obrador, más allá del texto, es que no caigamos en la indiferencia y el olvido. Esto nos va a permitir reconciliarnos a través de la memoria histórica.
P. ¿Y cree que López Obrador tiene derecho a hacer ese planteamiento?
R. Claro. El mismo que tuvo Barack Obama en 2016 cuando va a Hiroshima. El mismo que Willy Brandt en el 70 cuando se arrodilla ante el memorial del Holocausto.
P. Pero esos hechos son más recientes, había víctimas dueñas de un relato. Ahora hablamos de hechos de hace 500 años difíciles de calibrar. Al Gobierno español le ha causado un gran malestar. ¿Qué opina de su respuesta?
R. Bueno, es natural esta inquietud. Estamos un día después de la propuesta, es natural, pero creo que es más importante que se polemice a que se olvide. La relación entre los dos países es fuerte.
P. ¿Y algo como esto no puede empañarla?
R. Esta propuesta, lejos de afectar ese lazo, lo enriquece. Es decir, estamos por la reconciliación; López Obrador ha sido muy enfático con eso. Queremos discutir y lo podemos hacer con altura. Espero que en las próximas semanas podamos integrar alguna comisión conjunta que abogue por la conmemoración.
P. López Obrador dice que la reconciliación solo será posible con las disculpas. Si esas disculpas no se producen, ¿qué pasaría?
R.Bueno, eso lo decidirán los actores políticos, el Gobierno español… Pero estoy seguro que como en nosotros momentos de la historia, vamos a ponernos de acuerdo.
P. En lo personal, ¿cree que este es un tema que la gente de la calle tiene en la cabeza?
R. La generación última… habría que preguntarle qué opina de la conquista. El propio término, conquista, ¿qué quiere decir a día de hoy? Justamente la celebración de coloquios y discusiones que proponemos en el marco del quinto centenario tienen que ver con documentar el conocimiento a quienes no tienen la cercanía con los hechos. Debemos acudir al expediente histórico para revisarlo y discutirlo. Mejor una polémica que un olvido. Es más sana, y en el caso de España y México siempre nos ha acercado.
P. Hablando de su trabajo, es usted autor de una treintena de libros sobre historia, ocho libros de poemas. En uno de sus poemas, Barco a la deriva, dice: Hay que salvar la nave / su tripulación / el cargamento. / Sálvala tú que sabes el oficio. ¿Encabeza la diplomacia cultural porque sabe el oficio?
«Habría que preguntar a los jóvenes qué opinan de la conquista. El propio término, conquista, ¿qué quiere decir a día de hoy?»
R. Creo que es un reconocimiento a un trabajo que durante años hemos ejercido en la cultura. Mi equipo busca una manera de estar de la cultura mexicana novedosa, creativa, huir de los estereotipos. La cultura mexicana es más que Frida, Diego, las pirámides, la gastronomía. Creo que López Obrador innova, que llama a dejar la modorra, a sacudir la polilla. Y a reinventar México.
P. ¿Es un momento de inflexión política en México. ¿También en la cultura?
R. Sí. Hay que rastrearla más allá de la Ciudad de México. Tenemos el norte y sus problemáticas con la violencia, el México profundo… antes, la cultura estaba encerrada con las élites. Hemos de conectar al México descentralizado con el mundo. En España daremos varios ciclos en el Instituto Cultural de México para dar a conocer ese otro México.
P. La Secretaría de Cultura tiene sus propias polémicas. Desde algunas propuestas de Paco Ignacio Taibo II (director del Fondo de Cultura Económica) a la salida de Mario Bellatín (encargado del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Fonca). ¿Lo enmarca dentro de esa inflexión política o hay problemas culturales en México con difícil solución?
R. La Secretaría de Cultura es nueva y vive su propia transición. La comunidad cultural es una comunidad que siempre son combativos.
«La nueva diplomacia cultural tiene como objetivo presentar a México como un país que piensa»
P. En el Fonca particularmente.
R. Allí está ubicada la generación naturalmente crítica, y es bueno que así sea. Lo que habíamos venido observando es que estos jóvenes con una beca Fonca no tenían más salida. Queremos establecer residencias en el extranjero, potenciar las estancias fuera.
P. ¿Qué proyectos va a desarrollar su diplomacia cultural a corto plazo?
R. Hemos estado en Los Ángeles, ahora estamos en España. En Berlín tendremos pronto un coloquio que abordará las 10 preguntas que se hace el mexicano de hoy. En octubre, en Chicago, en otro coloquio abordaremos la problemática de las mujeres migrantes, subrayando la importancia del género en el mundo migrante. Tendrá grandes repercusiones.
P. ¿Y en Latinoamérica se va a potenciar también ese vínculo cultural?
R. Sí, tenemos un programa que incluye a los 21 o países iberoamericanos. Queremos trabajar el tema del español transcendiéndolo, como ha hecho el Instituto Cervantes.
P. Con su mezcla de ministerio de Cultura y de Exteriores, ¿es el Cervantes un espejo en el que mirarse?
R. Queremos ir un poco más allá. Aprender de esa experiencia. Queremos documentar la enciclopedia del español que hablan los mexicanos en todo el mundo. Como los mexicanos de Estados Unidos, por ejemplo: para nosotros, tan importante es ese joven poeta que vive en Sacramento, California, como la poesía de Octavio Paz. La cultura mexicana va de uno a otro.