Salvini ahonda la crisis del Gobierno con la amenaza de elecciones anticipadas

El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ha dado por rota este jueves la coalición de Gobierno en Italia con el Movimiento 5 Estrellas y ha exigido convocar elecciones anticipadas. Así se lo ha trasladado al primer ministro, Giuseppe Conte, en un comunicado: «Acudamos inmediatamente al Parlamento para constatar que no tenemos ya una mayoría, como demuestra la votación sobre el tren de alta velocidad y los repetidos insultos contra mí y la Liga por parte de los ‘aliados», indicó en un comunicado. Salvini considera que es momento de devolver «la palabra a los electores».

La brecha entre ambos partidos se ha hecho cada vez más profunda. Los últimos días las desavenencias habían crecido considerablemente, en particular a costa de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Turín y Lyon, materia en la que los socios mantenían posturas irreconciliables. La posibilidad de una profunda remodelación del Ejecutivo planeaba desde hace dos días, con un posible cambio de Ministerios para atajar la crisis. El partido de Matteo Salvini había elevado este jueves el tono y había lanzado un ultimátum a los grillinos en una dura nota en la que amenazó, por primera vez de forma abierta, con provocar un adelanto electoral. Advertencia que poco más tarde hizo efectiva. «Cada día que pasa es un día perdido», apuntó.

Salvini, consciente de que tiene la clave de la mayoría, ha aprovechado su victoria en las elecciones europeas, en las que la Liga se erigió como el partido más votado y su popularidad de récord —las encuestas le dan más del 36% de intención de voto— para sacar a relucir el fantasma de la vuelta a las urnas para presionar a sus socios, que atraviesan un momento de debilidad histórica. Hasta ahora solo había jugado con la incertidumbre hablando en un tono ambiguo «pronto lo sabremos», dijo hace un par de días.

La nueva postura de su partido, que no se había expresado en estos términos hasta el momento y aumenta considerablemente la tensión, tampoco acaba de despejar las dudas. «Italia necesita certezas y elecciones valientes y compartidas, es inútil avanzar entre noes, aplazamientos, bloqueos y broncas cotidianas», ha apuntado la Liga en alusión a los cada vez más frecuentes enfrentamientos entre ambas formaciones. Y desgrana los puntos de fricción que los separan: «grandes obras, infraestructuras, desarrollo económico, reducción fiscal, aplicación de las autonomías, energía, reforma de la justicia y relación con la Unión Europea».

El mensaje de la Liga ha llegado como una jarra de agua fría a las filas del Movimiento 5 Estrellas, que ha respondido pidiendo claridad a sus socios. «La nota de la Liga es incomprensible. Que digan claramente lo que quieren hacer. Que sean claros», han señalado los grillinos en un comunicado. «No me gustan los jueguecitos de palacio», remató Di Maio.

Para tratar de mitigar el impacto de las declaraciones cruzadas y rebajar la tensión, el primer ministro Giuseppe Conte, una figura de consenso elegida por ambos partidos y que ha actuado como mediador en otras ocasiones, se reunió por la tarde con el vicepresidente Salvini en la sede del Gobierno. El otro vicepresidente, Luigi Di Maio también estaba en el edificio, pero trabajando en su oficina, según precisó su equipo.

Di Maio, y Salvini habían liberado desde por la mañana sus agendas para reunirse con sus colaboradores y abordar la tesitura. A primera hora de la tarde, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte suspendió la rueda de prensa que tenía prevista antes de la pausa estival y acudió ante el presidente de la República, Serio Mattarella, para informarle sobre la situación, aunque el Gobierno ha informado de que no le habló de crisis.

Mattarella es partidario de mantener al Ejecutivo en pleno funcionamiento en otoño para elaborar los presupuestos, cuyo primer borrador debe presentarse a la UE a finales de septiembre y que el año pasado llevó meses preparar y acarreó duros enfrentamientos con Bruselas.

El último gran escollo para la coalición ha sido la línea de tren de alta velocidad entre Turín y Lyon, un proyecto que al que el 5 Estrellas se opone desde siempre. El miércoles pidió en el Senado que se estudiara un modo de paralizar la construcción, actualmente aprobada. Su propuesta no salió adelante. La Liga dejó solos a sus socios y se alineó con el resto de partidos para votar en contra. «Algo se ha roto en la mayoría», dejó caer por la noche Salvini en un mitin en la playa de Sabaudia, alimentando las especulaciones sobre una posible ruptura de la coalición, consciente de que de si no se llega a un acuerdo, el Gobierno de Giuseppe Conte puede verse urgido a renunciar.

El líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio cargó contra las amenazas de crisis de su socio: «si quiere más ministerios que lo pida públicamente y hagamos una reflexión», lanzó. La Liga respondió que no quiere ningún ministerio nuevo —actualmente controla siete— ni tampoco aspira a modificaciones en el Gobierno.

El M5S y la Liga gobiernan juntos desde el 1 de junio de 2018 pero en este tiempo se han cambiado las tornas y la formación de Salvini reemplazó en las pasadas elecciones europeas a su socio como primer partido de Italia. Según los últimos sondeos, Salvini no conseguiría los números para gobernar en solitario, pero sí para hacerlo con los ultraderechistas Hermanos de Italia y la conservadora Forza Italia, de Silvio Berlusconi, con los que ya acudió en coalición a los último comicios generales.