La Segunda División tiembla con cada convocatoria de las selecciones nacionales. Mientras que la Liga modifica el calendario de Primera para hacer un parón de una semana en la competición, los equipos de Segunda no descansan. Hasta 34 futbolistas de la categoría de plata del fútbol español no jugarán este fin de semana con sus clubes. Con sus plantillas mermadas, los entrenadores modificarán sus pizarras para suplir la ausencia de sus futbolistas internacionales. Ninguno lo tendrá tan difícil como Víctor Sánchez del Amo, técnico del Málaga. El equipo andaluz es el más afectado de la categoría por el parón, con Munir (Marruecos), Mikel Villanueva (Venezuela), Keidi Bare (Albania), Juanpi Añor (Venezuela) y Lorenzo González (Suiza) citados por sus selecciones. A ellos se suman Sadiku, Lombán, Adrián González y Renato Santos, que arrastran problemas físicos. El club malagueño podría presentarse a su próximo partido contra el Alcorcón con apenas nueve futbolistas con ficha profesional.

Sánchez tendrá que hacer malabarismos para configurar su lista de jugadores para el encuentro. Una lista en la que, según dicta la normativa, solo podrá inscribir como máximo a seis futbolistas que no tengan ficha del primer equipo. Además, de esos seis, solo cuatro podrán coincidir sobre el terreno de juego para evitar una sanción por alineación indebida. El propio técnico denunció la situación de su plantilla en la rueda de prensa posterior al encuentro contra el Fuenlabrada del pasado domingo: «Nos quedamos limitados, veremos si llegamos a 18 jugadores».

No obstante, no es la primera vez que el entrenador madrileño se enfrenta a este problema. El Málaga solicitó el aplazamiento de su partido contra el Cádiz el pasado octubre, durante el anterior parón de selecciones. El equipo tenía entonces 11 futbolistas profesionales disponibles. Finalmente, la Federación desestimó la reclamación y el choque acabó con un 1 a 2 a favor del Cádiz. Todo ello en medio de un clima de tensión, con la afición enfrentada a la directiva del club por la mala gestión económica y la planificación del jeque Al-Thani. El incumplimiento de las normas financieras de la liga impidió al club andaluz inscribir antes de empezar la temporada a tres jugadores en la plantilla e incluso obligó al equipo a renunciar al fichaje del delantero japonés Shinji Okazaki, que acabó en el Huesca. De esta manera, el equipo de la Costa del Sol configuró una de las plantillas más cortas de Segunda, con 17 fubolistas con ficha profesional.

El caso del Málaga es el más sangrante, pero todos los equipos de la categoría, salvo Numancia, Alcorcón y Mirandés, ven cómo varios de sus jugadores, muchos de ellos determinantes, dejan el club para viajar con sus combinados nacionales. José Alberto López, entrenador del Sporting de Gijón, lo expresó con claridad después de que la selección española sub-21 llamara a Manu García, promesa del equipo y titular indiscutible, que se perderá el derbi asturiano ante el Real Oviedo de este domingo. «Imaginaos un Madrid-Barça sin los mejores», apuntó el técnico ovetense, que puso voz al pensamiento de la mayoría de los clubes de la categoría: «La Segunda división debe parar».

Los clubes no solo se enfrentan a una jornada sin sus estrellas, sino que además se exponen al temido virus FIFA, la plaga de lesiones que sucede a los periplos de los futbolistas internacionales con sus selecciones. Una enfermedad que eriza los pelos de los grandes clubes de Primera y que también acecha a una Segunda División que pide un respiro.

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