El conservador Partido de Acción Nacional (PAN) ha presentado este jueves en el Senado un exhorto al presidente Andrés Manuel López Obrador para expulsar del país a Abraham Mendieta Rodríguez, un asesor político español del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara Alta. Lo acusan de “inmiscuirse en forma directa y personal en los asuntos políticos del país”. La petición fue realizada después de que el consejero de izquierdas protagonizara una fuerte discusión verbal con el activista venezolano Lorent Saleh por la crisis política que afecta a Venezuela.
Más allá de un elevado tono de voz, el cruce el pasado jueves entre Mendieta y Saleh no tuvo gran trascendencia. La discusión iba sobre la decisión de López Obrador de mantenerse neutro en el choque entre el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y el régimen de Nicolás Maduro. Saleh había ido a tratar el tema al Senado, invitado por el grupo parlamentario del PAN. El activista, galardonado con el Premio Sájarov 2017, le reprochó al consejero que defendiera a un Gobierno con el que la gente “se muere de hambre”. El asesor español, quien asegura haber escrito discursos para Podemos, le recriminó: “¿Quieres que un país soberano apoye un golpe de Estado?”
El cruce finalizó en breve y los vídeos que lo registraron fueron carnada en las redes sociales durante ese día. Algo que hubiese sido rápidamente olvidado sirvió, sin embargo, para desatar el debate político en el seno de la pequeña oposición que tiene López Obrador en el Congreso. De los 128 escaños en el Senado, Morena cuenta con 59, mientras que Acción Nacional tiene 24, el segundo después del bloque oficialista.
Condena #GPPAN agresiones a Lorent Saleh en el Senado pic.twitter.com/hQldwsd02Q
— Noticias MVS (@NoticiasMVS) 7 de febrero de 2019
La presentación del PAN entremezcla un pedido al Gobierno para que controle la situación legal de Mendieta en México quien, según aseguran, es irregular porque entró al país con un permiso de turista. Los legisladores han hecho un exhorto al presidente para que aplique el artículo 33 de la Constitución mexicana. Este último establece que el Ejecutivo “podrá expulsar del territorio nacional a personas extranjeras con fundamento en la ley”.
El párrafo constitucional también indica que los “extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”. Mendieta, además de haber asesorado al partido del presidente, es una persona muy activa en la política mexicana, tanto en las redes sociales, como en el Senado. Algo que parece molestarle a la formación conservadora, quien también ha echado mano de consultores extranjeros en años pasados.
Algunos legisladores del PAN remarcan que no es una cuestión ideológica ni un ataque a la libertad de expresión, sino una “medida justa”. La senadora del partido conservador Alejandra Reynoso, a quien aseguran desde su formación que Mendieta empujó el día del cruce con Saleh, señala que con “inmiscuirse en política nacional” se refieren a las numerosas veces en que el español ha participado en las sesiones parlamentarias asesorando a la legisladora oficialista Bertha Caraveo y a las “reiteradas faltas de respeto” y “groserías” publicadas en sus redes sociales.
“Hay una intervención en los asuntos públicos y políticos del país. Puede opinar como un ciudadano, pero no como parte [de Morena]. Lo dejas pasar, y después no sabes hasta dónde pueden llegar”, dice Reynoso. Un portavoz de Morena en el Senado aseguró a este periódico que el consejero español no tiene un contrato laboral como asesor del bloque oficialista, sino simplemente una relación de amistad con los senadores. “Morena se deslindó de él. Pero una cosa es lo que digan, y otra cosa es lo que es. No podría ingresar a las sesiones si no trabajara con ellos”, apunta la legisladora del PAN. Mendieta fue buscado por este periódico para conocer su punto de vista sobre el conflicto, pero prefirió no opinar al respecto.
Pablo Yankelevich, doctor en Estudios Latinoamericanos, señala en su texto Extranjeros indeseables en México. Una aproximación cuantitativa a la aplicación del artículo 33 que el apartado constitucional, redactado originalmente en 1917, sí se usó en algún momento para deportar a aquellos que tuvieran una situación migratoria irregular. Se trataba de algo más común a principios del siglo XX. “Fue una de las herramientas con las que contó el Estado mexicano para la deportación de extranjeros ‘indeseables”, dice. El investigador ha registrado incluso unos 786 casos de personas que fueron expulsadas por los presidentes entre 1911 y 1940. Pero en la actualidad es raramente utilizado.
A pesar de las idas y vueltas partidarias, los legisladores del PAN reconocen que es poco probable que López Obrador, quien se ha mostrado flexible a la inmigración, termine cumpliendo con el exhorto y deporte al español. “Si el presidente es tan moral como dice, y le gusta cumplir las leyes, debería proceder”, concluye Reynoso.