Muere Camilo Sesto a los 72 años

El cantante Camilo Sesto ha fallecido este sábado a los 72 años, según ha comunicado su cuenta oficial en la red social Twitter y ha confirmado a EL PAÍS su representante Eduardo Guervos. «Lamentamos mucho comunicaros que nuestro gran y querido artista Camilo Sesto nos acaba de dejar. Descanse en paz». Sesto, nacido como Camilo Blanes en Alcoy, Alicante, en 1946, había publicado su último disco en noviembre de 2018 en el que recogía algunos de los éxitos cosechados en sus más de 40 años de carrera musical.

Músico y compositor, realizó estudios de bellas artes y empezó su carrera musical formando parte del grupo «Los Dayson» cuando apenas era un adolescente. Con 18 años se trasladó a Madrid para probar suerte y, desde entonces, desarrolló una completa carrera musical con la venta de millones de discos en España e Iberoamérica.

Su primer álbum Algo de mí fue grabado en 1971 y dos años después representó a España en el festival internacional de la OTI, con la canción Algo más, tema con el que consiguió un gran éxito de ventas en toda Latinoamérica. En 1975 cobró más popularidad al interpretar, junto a Ángela Carrasco, al protagonista del musical Jesucristo Superstar, estrenado en Madrid. Su último trabajo, Camilo sinfónico, fue grabado con la orquesta de Radio Televisión Española y con colaboraciones de artistas españolas como Marta Sánchez, Pastora Soler, Ruth Lorenzo o Mónica Naranjo, fue presentado en Madrid el pasado 20 de noviembre.

En 2001, superó un trasplante de hígado y pasó hasta tres veces por quirófano tras pasar tres años sufriendo fuertes dolores en un pie después de rompérselo en 2013. En aquel momento el cambio en su cara tras someterse a cirugía plástica también le acarreó muchas críticas, aunque él simplemente respondió: “Esas son cosas frívolas al lado de todo lo que he hecho en mi vida, escrito, compuesto, producido y cantado a los largo de tantos años”.

Con 40 discos publicados, medio centenar de números uno en distintos países y más de 70 millones de copias vendidas le avalan como uno de los más grandes artistas españoles de siempre. En los últimos años, Sesto había llevado una vida casera, dedicado a leer y a pintar, una de las cosas que le hacían más feliz.