La carta de López Obrador provoca una refriega política en España

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, lo quiso dejar claro: España no pedirá perdón a México por los abusos de la conquista, como ha solicitado el presidente de ese país por carta al rey Felipe VI y al Papa. “Del mismo modo que no vamos a pedir a la República francesa que presente disculpas por lo que hicieron los soldados de Napoleón cuando invadieron España. Ni los franceses van a pedir a los italianos que se disculpen por la conquista de las Galias de Julio César”, dijo. Borrell informó de una conversación con su homólogo mexicano. “Vamos a hacer todo lo posible para que las relaciones entre los pueblos y los Gobiernos no se vean enturbiadas por esta iniciativa desafortunada”, señaló. Fuentes del Gobierno mexicano afirman que Borrell trasladó “el malestar” de España con el contenido, el tono y el destinatario de la carta y manifiestan su sorpresa por la repercusión de la misiva en España.

El presidente mexicano aseguró este martes, durante una rueda de prensa, que su intención al enviar esas cartas era abrir una reflexión sobre lo sucedido durante la conquista. “Queremos ver si se puede integrar un grupo conjunto para hacer una relatoría de lo sucedido y a partir de ahí, de manera humilde, aceptar nuestros errores, pedir perdón y reconciliarnos entre todos”, dijo. El mandatario mexicano negó que la polémica por las cartas supusiera un riesgo para las relaciones diplomáticas: “Es un asunto de voluntades y de conciencia de cada quien. Independientemente de la postura que se tenga, esto abre la posibilidad de la revisión de nuestra historia”. López Obrador avanzó, no obstante, que no asistirá a los actos de los 500 años de la fundación de la ciudad de Veracruz el 22 de abril mientras no exista un acuerdo de reconciliación con España: “No puedo participar en un festejo como jefe del Estado mexicano hasta que no resolvamos este asunto”.

Tras conocerse la carta del presidente mexicano al Rey, el Gobierno emitió un comunicado en el que manifestaba su malestar con la misiva. “Rechazamos con toda rotundidad su contenido”, rezaba el texto. Sin embargo, el líder del PP, Pablo Casado, recurrió este martes a la polémica para atacar al Gobierno a la vez que al “amigo izquierdista de Pedro Sánchez” [en alusión a López Obrador].

“Lo que ha dicho es una auténtica afrenta contra España. No lo voy a admitir”, declaró Casado en un acto de partido en Jerez de la Frontera, informa Eva Sáiz. “El Gobierno tiene que decir claramente a este tipo de gobiernos izquierdistas que no compartimos esas palabras”. El dirigente popular aprovechó para criticar la política en Latinoamérica de Pedro Sánchez, a quien acusó de ponerse del lado de Nicolás Maduro en Venezuela y de los sucesores de Castro, en Cuba. Y añadió: “Yo no creo en la leyenda negra de España. Ni en la que se trazó hace siglos ni en la que la izquierda acomplejada intenta ahora escribir. Somos una de las naciones más importantes de la historia de la humanidad”, señaló.

Casado destacó que, “al contrario de otros imperios”, los españoles que fueron a América, “acabaron teniendo familia allí”. “Y el mestizaje, que nos llamen ‘la madre patria’, que compartamos costumbres, lengua y religión es algo que vamos a reivindicar”, abundó. El exportavoz del PP en el Congreso Rafael Hernando declaró en Twitter: “Los españoles fuimos allí y acabamos con el poder de tribus que asesinaban con crueldad y saña a sus vecinos”.

Para el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, la carta es “una ofensa intolerable al pueblo español”. “Así actúa el populismo: falseando la historia y buscando el enfrentamiento”. Santiago Abascal, de Vox, opinó: “López Obrador, contagiado de socialismo indigenista, no entiende que al pedir reparaciones a España, en realidad está insultando a México”.

En Unidas Podemos, sin embargo, salieron en defensa del presidente mexicano. “Tiene mucha razón en exigirle al Rey que pida perdón por los abusos en la conquista”, señaló la portavoz adjunta en el Parlamento, Ione Belarra. Si llegan al Gobierno, prometió “un proceso de recuperación de la memoria democrática y colonial que restaure a las víctimas”.