El expresidente Mohamed Morsi, el primer presidente civil democráticamente elegido en la historia de Egipto, ha fallecido este lunes tras desmayarse en el juzgado ante el que comparecía, según afirma la televisión pública del país norteafricano. El antiguo líder de los Hermanos Musulmanes, derrocado por un golpe de Estado en julio de 2013, fue trasladado a un hospital en el que murió, según han confirmado fuentes oficiales a AFP.

Morsi, de 67 años, ganó las elecciones de 2012 con el 51% de los sufragios. Asumió la presidencia en junio de ese año y fue derrocado tras el golpe de Estado de julio de 2013, que supuso la llegada al poder de Abdelfatá al Sisi. Desde entonces, Morsi estaba detenido y había sido sometido a varios procesos judiciales.

Desde que fue derrocado el expresidente Morsi, la cofradía de los Hermanos Musulmanes sufrió una represión implacable, y la práctica totalidad de su cúpula, además de miles de sus simpatizantes, se halla encarcelada. Su brazo político fue ilegalizado por el Tribunal Supremo Administrativo de Egipto en julio de 2014.

Una corte de casación anuló en 2016 una condena a muerte que pesaba desde el año anterior sobre Morsi y otros cinco líderes de los Hermanos Musulmanes. Todos estaban acusados de participar o preparar el asalto a diversas cárceles egipcias durante la revolución del 2011 que puso fin a la dictadura de Hosni Mubarak, y que propiciaron la liberación de varios dirigentes que habían sido encarcelados desde el inicio de la primavera árabe, incluido Morsi.

El diario egipcio Al Ahram señala que el exmandatario ha sufrido un desvanecimiento durante la vista, lo que ha forzadosu aplazamiento, y ha muerto poco después.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, aliado del expresidente islamista, le ha rendido homenaje de inmediato calificándolo de mártir. Tras destruir la democracia y llegar al poder mediante un golpe, el tirano Al Sisi ha ejecutado a unas 50 personas. Mientras la Unión Europea promueve la prohibición de las ejecuciones, se reúne con él cuando los invita. Esto no es sólo tener un doble rasero, sino ser muy hipócrita», ha dicho Erdogan.

El año pasado varias ONG denunciaron la situación de Morsi en prisión, describiéndola como un “severo maltrato” que podría constituir “tortura”.