Simeone: “No es la primera vez que me pitan”
Las escaleras de los vomitorios del Wanda Metropolitano eran un hervidero de opiniones contrariadas del partido presenciado. La masa social rojiblanca que descendía en dirección a las puertas de salida lamentaba que dos equipos plagados de internacionales y de figuras mundiales hubieran desparramado un encuentro tan duro de digerir. La mano salvadora de Oblak al cabezazo de Benzema corría de boca en boca entre una hinchada que no esperaba un derbi tan trabado e impreciso. Sí pareció intuirlo Diego Pablo Simeone. Su instinto, cuando supo que Zidane alinearía a Valverde junto a Kroos y a Casemiro, le anticipó el feo partido de rompe y rasga en el que derivó el derbi. “El partido fue muy trabajado. Desde el comienzo se vio desde las formaciones. Refugiarse para salir al contragolpe por parte de los dos”, desveló el entrenador argentino. “En el primer tiempo tuvimos el mayor peso del juego. No pudimos resolver alguna situación de final de jugada. En el segundo tiempo hubo un cabezazo de Benzema que sacó Oblak. Creo que los dos equipos nos quedamos cortos en lo que propusimos”, analizó el técnico. “Tenemos que mejorar un montón de cosas. Cometimos muchos errores que no debemos cometer. Debemos tener mejores elecciones en fase ofensiva”.
A falta de fútbol, gran parte del foco de la noche se lo llevó el entrenador rojiblanco. Primero por reclamarle la expulsión de Sergio Ramos al cuarto árbitro tras un grave insulto del central madridista a uno de los asistentes. Las cámaras de Movistar confirmaron la versión que ya había filtrado el Atlético en el descanso. Ramos se dirigió al linier y le espetó: “¡La puta que te parió!”. Simeone escuchó con nitidez el improperio de Ramos y montó en cólera ante la pasividad del equipo arbitral. Sus aspavientos y sus reclamaciones solicitando al cuarto árbitro que comunicara al colegiado principal pudo costarle la expulsión. En la sala de prensa, el Cholo prefirió mantener el perfil bajo. “Las cosas que pasan en el campo, quedan en el campo. Están los árbitros para hacerse respetar y manejar las cosas como crean oportuno. Ellos son los que determinan hasta donde se puede llegar, son los jueces”.
El segundo hecho que puso a Simeone en el foco del partido fueron los silbidos que recibió por parte de su hinchada cuando en el minuto 70 decidió reemplazar a João Félix para dar entrada a Llorente. El mensaje que mandó no fue bien digerido por la grada, a la que pareció disgustar la rutina de que el portugués haya sido reemplazado en seis de los siete partidos de Liga. No es habitual que la afición rojiblanca cuestione a su entrenador. Sólo Rodrigo, la temporada anterior, había provocado una reacción similar. “No es la primera vez, en el Wanda, la temporada pasada pasó. Es normal que la gente siempre quiera tener a los mejores en el campo y João Félix es uno de ellos”.
“Ni nosotros ni ellos hemos arriesgado muchísimo. Nadie quería perder, los dos queríamos ganar. Pero nadie hizo algo para ganar. El empate es justo y ojalá que en los próximos partidos mejoremos y ganemos”, dijo Oblak, que describió su mano frente al cabezazo de Benzema con naturalidad: “Fue una parada básica de un tiro a un portero. He visto el balón y estaba bien colocado”.
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