El COVID-19 es una amenaza latente para las madres gestantes y sus hijos
En este 2020, el Hospital General Gustavo Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas, ha sido testigo de 1.900 nacimientos. Del total de partos realizados en la casa de salud, cinco han sido de gestantes con COVID-19. De ellas, una no logró sobrevivir debido a las complicaciones propias de la terrible enfermedad; sin embargo, el recién nacido llegó sano y salvo.
Gabriela Alarcón, ginecóloga obstetra de la institución de salud, informa que el embarazo dificulta el tratamiento para COVID-19, sobre todo si la gestante supera el tercer trimestre de embarazo. “La ventilación artificial se dificulta a partir de la semana 27–28 debido a los efectos del propio embarazo, el cual genera falta de espacio en el cuerpo de la madre, que atentan contra la expansión de los pulmones”, declara Alarcón.
Lamentablemente, en estos casos es necesario interrumpir el embarazo prematuramente, lo que es un factor de riesgo para la madre y para el recién nacido.
Diana García tiene cinco meses de embarazo y comenta que tiene mucho miedo de salir fuera de su casa debido a la pandemia. “Los controles los hago en mi hogar, tengo un doctor que me atiende de manera personalizada”, alega la joven de 25 años.
Sin embargo, no todas las gestantes tienen la posibilidad económica de García, por lo que el Hospital General Gustavo Domínguez ofrece controles prenatales a través de la telemedicina, dando seguimiento a las gestantes a través de llamadas telefónicas.