Estas son las señales de tus neumáticos indican cambiarlos
Estas son las señales de tus neumáticos indican cambiarlos. Cuando nos disponemos a revisar nuestro coche, es importante que lo hagamos con cada una de las piezas que lo componen, pero hay un compuesto que se hace muy importante para la que es nuestra seguridad. Hablamos de los neumáticos, que son los primeros que nos mantienen en contacto con el suelo de la carretera. Es por eso que, a medida que se vayan desgastando, hay que estar atento a sus señales para indicarnos cuándo y en qué momento hace falta cambiarlos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Unos neumáticos desgastados no cumplen
Existe una serie de aspectos que es importante tener en cuenta a la hora de determinar cada cuánto tiempo cambiar los neumáticos de tu coche. Los neumáticos son uno de los primeros elementos de seguridad del vehículo y es vital conservarlos siempre en buen estado, tanto presiones como desgaste. Solo de este modo mitigaremos el riesgo de sufrir un accidente provocado por unos neumáticos en malas condiciones generales.
¿Cuándo es recomendable cambiar los neumáticos? ¿Cada cuántos kilómetros debes cambiar tus neumáticos? Responder a estas cuestiones es complicado, ya que depende de varios factores que determinarán el desgaste por kilometraje y tiempo que sufran tus cubiertas. Sin embargo, son los mismos compuestos los que harán por ‘advertirnos’ de que es tiempo de hacerlo.
Todos debemos tener en cuenta estos detalles, puesto que un neumático desgastado por debajo del límite legal, e incluso antes, deja de cumplir su función y pone en peligro nuestra seguridad y la de los demás, ya que el agarre disminuye y aumenta la distancia de frenado, multiplicando el riesgo de sufrir patinazos o el temido aquaplaning.
En qué debemos fijarnos
Como tal, no es fácil saber con exactitud cuándo reemplazarlos, sobre todo porque la vida útil y el kilometraje de estos componentes depende de varios factores. Estos son los que tienen que ver con su diseño, la edad que tengan, los hábitos del conductor (si circulamos de forma brusca, si realizamos frenazos de emergencia, si no hacemos caso a posibles ruidos o vibraciones), el clima, las condiciones de la los cuidados que se dispensan a los neumáticos.
Aunque siempre, como todo, hay claves que podremos observar de una manera muy segura. Dos de ellas tienen que ver con una revisión justa según su antigüedad, pero hay otras señales muy identificativas.
Grietas
Como decimos, no se puede determinar la duración exacta de unos neumáticos. Pero observarlos de vez en cuando detenidamente nos ayudará a mantenerlos en buen estado. Para saber si los neumáticos están desgastados, hay detalles que podemos detectar sin necesidad de aparatos. Por ejemplo, si los neumáticos presentan grietas se deberán cambiar de inmediato.
Si esto sucede, la mejor recomendación es inspeccionarlos cuando han sido usados durante cinco años, al menos una vez al año. Si han pasado diez años desde su fecha de fabricación, aunque parezca que estén bien, también deberán pasar por taller. Y si han sufrido alguna reparación, hay que estar pendientes porque puede que el problema de estas grietas vuelva a persistir.
La profundidad de su banda de rodadura
El funcionamiento óptimo de los neumáticos está íntimamente relacionado con la profundidad de su banda de rodadura y con el estado de su dibujo. la función principal de los diferentes surcos es desviar el agua de debajo del neumático para mejorar con ello la tracción y evitar el peligroso aquaplaning. En la actualidad, la profundidad mínima legal de esta banda para todos los neumáticos de los turismos es de 1,6 mm.
En su caso, si los surcos tienen menos profundidad, significa que el neumático debe de reemplazarse inmediatamente. Para medir la profundidad de este surco existe un aparato que se llama profundímetro, que es una herramienta pequeña que nos permite medir con precisión la profundidad exacta de las ranuras. Pero hay una opción casera muy útil, como es la de utilizar una moneda de euro, esto introduciéndola en el fondo de las ranuras. Si las estrellas grabadas en el borde de la moneda son visibles, ha llegado el momento de cambiar los neumáticos.
Las vibraciones al volante
Si cuando aumentas el ritmo comienzas a sentir golpeteos en el volante, debes preocuparte y mucho ya que puedes causar una avería importante en la suspensión del coche. La causa principal de esas vibraciones viene dada por la rueda, que ha perdido su alineado.
Estos ‘tembleques’ también se dan por muchas otras causas. En los coches más potentes se deben a derrapes, que alisan una parte de la banda de rodadura dejándola literalmente cuadrada. También aparecen por culpa de estacionamientos de meses e, incluso, años, que deforman las carcasas del neumático al no variar su posición.
Baja presión
Una presión inadecuada en los neumáticos también es indicativo de cómo saber el desgaste de estos compuestos. En ese caso sería conveniente sustituirlos por otros. También es importante adaptar la presión a la carga del coche.
Porque no es lo mismo conducir solos, que con todas las plazas ocupadas y el maletero lleno. Es por ello que antes de iniciar un viaje aconsejamos revisar la presión, respetando los índices indicados por el fabricante. Los neumáticos que más duran son los que tienen la banda de rodadura fabricada con un compuesto duro. Estos aportan menor adherencia pero mayor resistencia. Y ocurre lo contrario con los neumáticos con banda de rodadura blanda, que aportan menor durabilidad y mayor adherencia.
Burbujas en la pared lateral
Referido a la superficie de los neumáticos que miran hacia el lado externo del coche, tenemos aquí una prueba estrella que hará porque identifiquemos al momento es el momento justo para cambiarlos. Hablamos de las burbujas en su pared lateral, también llamados como protuberancia.
Esta protuberancia es la que indica que el marco interno del neumático, la parte más rígida, se ha dañado y agrietado, lo que permite que la presión del aire alcance las capas externas más flexibles del neumático. Cualquier neumático con un abultamiento en la pared lateral debe reemplazarse, independientemente del estado de la banda de rodadura.