La repetición de elecciones generales el 10 de noviembre está cada vez más cerca. La reunión que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han mantenido este martes, la quinta desde el 28-A y dos semanas antes de la primera votación de la investidura del líder del PSOE, ha evidenciado la distancia cada vez mayor que separa al presidente en funciones y a su socio preferente. El desencuentro entre Sánchez e Iglesias se reduce a la presencia de Podemos en un Gobierno de coalición en el que el líder de la formación ha reclamado en el encuentro una vicepresidencia, según fuentes de la dirección socialista. Un extremo que ha negado el partido de Iglesias.

El PSOE insiste en que no suman mayoría absoluta entre ambas fuerzas y solo contempla un Gobierno monocolor, previo acuerdo programático con su aliado de los últimos 12 meses. Pero la entrada de Podemos en el Consejo de Ministros no es negociable. A lo más que acceden los socialistas es a que Iglesias proponga independientes «de reconocido prestigio» para las carteras ministeriales. El órdago que el PSOE ha puesto sobre la mesa si Podemos no acepta estas condiciones es imposible de igualar: Sánchez no se presentaría a una nueva investidura si el Congreso no aprueba su candidatura a finales de julio.

«Lo que necesita España es un Gobierno de coalición de izquierdas y esperamos convencer al PSOE de que flexibilice su posición y se abra a una posición integral de Gobierno. Su planteamiento de que el Gobierno tiene que ser de partido único va en una dirección contraria a lo que ha votado la ciudadanía. Y creo que, si no es más temprano será más tarde, rectificarán», ha sentenciado Iglesias al término de la reunión. La réplica del PSOE, a través de su vicesecretaria y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, ha sido igual de dura: “La reunión de hoy ha sido infructuosa; parece que a Iglesias le preocupan más los nombres del Consejo de Ministros que las políticas a desarrollar”.

El PSOE no contempla que Sánchez se vuelva a presentar a una investidura en caso de que no tenga éxito en la fecha ya fijada. La votación del día 23 se resuelve con mayoría absoluta en el Congreso. De no salir adelante, se repetiría dos días después y ya podría salir adelante por mayoría simple. «No habría cambio de la investidura de julio a la de septiembre. Primero sentémonos a hablar de políticas y de programa. ¿Iglesias prefiere hablar de nombres o políticas? Yo creo que eso no va a cambiar. Y como decía la ministra [María Jesús] Montero, no hay segundas oportunidades», ha aseverado Lastra. El candidato socialista tiene cerrado, hoy por hoy, únicamente el apoyo del único diputado del Partido Regionalista de Cantabria. «No habrá otra oportunidad», ha zanjado Lastra a la pregunta de si Sánchez volvería a presentarse a una investidura en septiembre, antes de que expirase el plazo el día 23 y se tuvieran que convocar elecciones de nuevo. El escenario que manejan en Podemos es que finalmente habrá acuerdo pero que llegará en septiembre.

Podemos da por hecho desde hace semanas que la investidura de Sánchez, que está fijada para los próximos días 22 y 23 de este mes, será fallida, tras la reunión de una hora y 45 minutos entre el presidente en funciones e Iglesias. Las expectativas del PSOE tampoco son elevadas, aunque en Ferraz y La Moncloa no dan por rotas las negociaciones. «Hay dirigentes de Podemos que están diciendo que no se fían del presidente, ¿es esa la mejor manera de comenzar una negociación?», ha observado Lastra, que ha acusado a sus socios del último año de querer discutir solo de puestos y no de contenidos programáticos. Fuentes de Podemos afirman que Sánchez les ha trasladado en el encuentro de este martes «que llevará al país a elecciones si no cuenta con apoyos en la investidura de julio».

Por su parte, Lastra ha negado esta versión difundida por el partido de Iglesias. «Hay límites que como vicesecretaria del PSOE no puedo permitir. A unas negociaciones se viene con ánimo de pactar. Si tu interlocutor se dedica a descalificar, igual es que no tiene ánimo de hacerlo. No quiero pensar que Iglesias esté buscando impedirpor segunda vez que España tenga un Gobierno de izquierdas”, ha sentenciado la portavoz socialista en alusión al voto en contra de Podemos a la investidura fallida de Sánchez en 2016. Entonces el PSOE cerró antes de la votación de la investidura un acuerdo con Ciudadanos. «Podemos no acepta constituir los equipos de negociación. Solo insisten en nombres para el gobierno, antes que contenidos. Para formar un gobierno es necesario que haya sinceridad, confianza y lealtad y eso no se hace hablando de propuestas que no han existido», ha reiterado Lastra.

«Constatamos que Pedro Sánchez no quiere negociar, sino que intenta imponer unilateralmente un Gobierno de partido único. No es sensato que el PSOE actúe como si tuviera mayoría absoluta cuando no la tiene», han rebatido fuentes de Podemos. El PSOE confía en que Podemos ceda a las presiones y se siente a negociar un acuerdo programático. «Si no, solo habrá una investidura», ha apostillado la vicesecretaria general del PSOE. Esta es la posición inamovible de Sánchez, que no contempla la entrada de Podemos en el Ejecutivo. La sensación es que si Sánchez o Iglesias no ceden en sus posiciones habrá repetición de elecciones.