Protestas vecinales y atascos han protagonizado las primeras horas de la entrada en vigor de la polémica moratoria de multas en Madrid Central. Con esta decisión, el Ayuntamiento de Madrid acaba en la práctica con las restricciones al tráfico en el centro de la capital, algo que tenían prohibido en la zona de Gran Vía desde el pasado 30 de noviembre y desde hace años en las zonas de Área de Prioridad Residencial de Lavapiés, Huertas, Ópera y Embajadores, establecidas unas en 2004 y 2006 y otras en 2015 por Gobiernos del PP. [Qué cambia en Madrid Central desde hoy]

La falta de sanciones se ha traducido en un aumento de tráfico en toda la almendra central. Según datos municipales a los que ha tenido acceso EL PAÍS, en la hora punta de mañana ha crecido un 6,5% más de tráfico en M-30, un 5,2% más de vehículos en el interior de M-30, un 8,1% en el exterior de la M-30 y un 2% más de congestión en la ciudad. Y eso teniendo en cuenta que estamos en julio, cuando muchos madrileños empiezan sus vacaciones.

A media mañana, el atasco era patente en varias vías del centro. En la calle Mayor, una larga fila de vehículos trataba sin éxito de moverse, entre pitidos y quejas. «Esto es insufrible, no hay quien avance», dice Juan, que conduce una furgoneta de reparto. La situación era similar en la Gran Vía, el gran eje que atraviesa la zona donde, hasta ayer, no podían acceder los vehículos más contaminantes. «Hay muchísimos coches, esto puede ser caótico», explica Víctor, taxista. Rafael, que también conduce un taxi, señala: «Acabo de pasar por los bulevares y había mucho más tráfico que de costumbre». Pedro, conductor de un autobús de la línea 74, que pasa por aquí, apunta: «Se empiezan a ver coches en el centro que ya casi no se veían, antes casi todos los que no eran taxis eran eléctricos o híbridos y hoy estoy volviendo a ver coches viejos».

Además, la estación de medición de la plaza del Carmen, la única en el interior de Madrid Central, ha comenzado a superar los niveles de NO2. «Los valores de contaminación están disparados. No se pueden hacer grandes comparativas de los valores de unas cuantas horas, pero esta mañana se han superado los 40 microgramos por metro cúbico, el límite legal, algo que prácticamente no ha ocurrido en el último trimestre», explica Juan Bárcena, portavoz de Ecologistas en Acción. «Es como si dicen que no se va a multar a quien incumpla los límites de velocidad, la gente no lo respetaría. Ninguna normativa que establece limitaciones se hace sin sanciones. Por eso creemos que vamos a volver a los valores anteriores a Madrid Central», se queja.

Encadenados ante Cibeles

En protesta por esa decisión del Ayuntamiento del PP y Ciudadanos, que toca una de las medidas estrella de la exalcaldesa Manuela Carmena, 17 activistas de la ONG Greenpeace cortaron a primera hora el acceso al área de bajas emisiones por la calle Alcalá, justo al lado de Cibeles, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento. Varios de los activistas permanecieron encadenados en mitad de la calle más de una hora. Todos han sido identificados y multados por la Policía Municipal. Mientras estaban encadenados, un ciclista que ha pasado junto a la protesta les ha gritado «muchas gracias por defender lo que es de todos», mientras otros ciudadanos se paraban a aplaudirles.

La intención de los activistas era permanecer ahí hasta que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida (PP) se reúna con la Plataforma en Defensa de Madrid Central, pero han sido evacuados tras una hora de protesta. Martínez-Almeida ha criticado que, con su acción, Greenpeace ha provocado más retenciones y congestión, «causando más contaminación» y ha ironizado sobre la acción de los activistas: «Hay que reconocer que es envidiable el tiempo libre del que disponen para poder hacer estas acciones. Nosotros, como tenemos que trabajar, como tenemos que sacar los asuntos que afectan a los ciudadanos, pues no tenemos el tiempo libre para sentarnos ahí encadenados».

En un comunicado, la ONG Greenpeace señala que el Ayuntamiento de Madrid argumenta que ha habido errores en la gestión de las multas, pero «todas las incidencias fueron solventadas desde el 17 de abril, y no se han producido nuevos errores desde entonces, según los propios informes técnicos del Ayuntamiento». Por eso, «de manera pacífica, reclamamos al Ayuntamiento que no rebaje una medida que ha demostrado su eficacia reduciendo la contaminación a su valor más bajo en 10 años». «La protesta quiere exigir que Madrid Central permanezca, porque se ha demostrado con datos que ha cumplido con los objetivos de reducción de tráfico dentro y fuera de la ciudad», explica Adrián Fernández, portavoz de movilidad de Greenpeace.

Está previsto que el PSOE y otras ONG como Ecologistas en Acción denuncien en los tribunales la iniciativa de Almeida (PP) y Villacís (Ciudadanos) de dejar sin efecto Madrid Central. Además, este sábado hubo una gran protesta contra esa decisión, secundada por miles de personas a pesar del calor. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Pepu Hernández, ha señalado que la moratoria de multas supone una «reversión» porque «si se levantan las sanciones se levanta la medida» y «si se levanta la medida por supuesto es una reversión». Hernández ha criticado que Almeida no haya «atendido en ningún momento a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la UE, de ecologistas ni de expertos», para mantener las restricciones de tráfico por una cuestión de salud.

Piquetes informativos

A partir de las 10.00 horas, asociaciones de vecinos se han colocado en distintas entradas a la zona de Madrid Central para realizar piquetes informativos. Varios vecinos sostenían en Atocha un cartel de “Madrid Central funciona”, para recordar a los conductores que la zona de bajas emisiones sigue en vigor con o sin multas, y animaban a los ciudadanos a seguir utilizando el transporte público y evitar ir al centro en coche. Por este motivo, trataban de impedir el paso a los vehículos privados, pero permitían el paso a los autobuses y vehículos de emergencia.

Los activistas de varias ONG se han repartido por varias de las entradas de Madrid Central para hacer una campaña informativa para contarles a los conductores que deberían respetar esta medida porque es una cuestión de salud. «En Ecologistas en Acción estamos dentro de la plataforma de defensa de Madrid Central y hemos decidido venir a diferentes puntos dentro de Madrid Central porque creemos que la moratoria es un error «, ha dicho el portavoz de Ecologistas en Acción, Félix Jiménez, que se encuentra en el punto informativo de Embajadores. «En España mueren miles de personas al año por problemas respiratorios y es un problema de salud pública, aparte tenemos una multa pendiente de la comisión europea que se puede activar», concluye Jiménez.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Sol y del Barrio de Las Letras, Víctor Rey, ha dicho en el punto instalado en Atocha que esta la acción informativa de este lunes trata de levantar conciencia del retroceso que está provocando la moratoria de las multas. «En el barrio de Las Letras llevamos 15 años con el tráfico restringido por una medida que puso el PP y ahora lo quitan, es completamente incomprensible», ha añadido Rey, cuya asociación se ha integrado en la Plataforma en Defensa de Madrid Central, compuesta por más de 80 entidades. También ha habido vecinos informando en los accesos por Alcalá y Puerta de Toledo.

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