PSOE y Unidas Podemos concluyen casi cinco horas de reunión sin avances sustanciales

Los equipos negociadores del PSOE y Podemos están reunidos en el Congreso con el objetivo de intentar llegar un acuerdo para salvar la investidura de Pedro Sánchez y evitar unas nuevas elecciones. El ambiente de desconfianza mantiene las posturas alejadas y los líderes de ambas formaciones se han encargado de demostrarlo este jueves antes del encuentro.

Tanto Pablo Iglesias como Pedro Sánchez se han mantenido en sus posiciones. El líder del PSOE ha recordado a Podemos que la solución siempre está «en el camino intermedio» y ha pedido buscar espacios de entendimiento entre las dos formaciones, recordando que ambas partes deben renunciar para poder acordar. Renuncias que el dirigente del partido morado considera que ya ha hecho.

El encuentro ha comenzado mostrando las primeras diferencias ya que no ha habido acuerdo en la comunicación. El PSOE quería dejar que entraran las cámaras al principio de la cita, como es habitual —aunque no las hubo en ninguno de las reuniones de negociación de julio—, pero Unidas Podemos lo ha rechazado porque entiende que es una reunión de trabajo de los equipos negociadores. De fondo está la desconfianza entre ambos grupos. Los socialistas tienen un plan muy claro que han ejecutado desde el martes para estrechar el margen a Unidas Podemos, pero el grupo de Iglesias teme que los socialistas utilicen las imágenes de la negociación para meter más presión. Ante este desacuerdo inicial, la clave será cómo se pacta la metodología. El PSOE querrá hablar de las medidas y Unidas Podemos también quiere incluir la estructura de Gobierno en el pacto. De cómo resuelvan este primer escollo se verá si es posible que avance la negociación.

Para Iglesias, «el problema» es el presidente del Gobierno en funciones, a quien acusa de haber impedido la formación de un Ejecutivo progresista después de las elecciones generales del 28 de abril. En una entrevista en Telecinco, ha recordado que su agrupación ha pactado con el PSOE «en todos los sitios donde no está Sánchez» para que la derecha no gobernase y ha lamentado que todavía no haya sido posible a nivel nacional. Iglesias ha criticado la propuesta de 370 puntos que los socialistas presentaron este martes y que pondrán sobre la mesa de negociación en la reunión de esta tarde. «El documento representa algunos pasos atrás», ha dicho, 48 horas después de afirmar que algunas de las medidas que propone «suenan bien».

El líder de Podemos también ha lamentado que el documento es menos ambicioso que los Presupuestos que pactó con el PSOE a finales de 2018 en ámbitos como la regulación del precio del alquiler o la subida del IRPF. Sin embargo, ha querido mandar un mensaje positivo de cara al encuentro entre los equipos negociadores: «Vamos con voluntad de dejar atrás los reproches». Iglesias ha reiterado el rechazo de su partido a la propuesta que la vicepresidenta del Gobierno en funciones y miembro del equipo negociador del PSOE, Carmen Calvo, sugirió este miércoles para que Podemos ocupe cargos en altas instituciones del Estado, como el CIS, la CNMV o el Defensor del Pueblo. “Nosotros no compartimos esa concepción patrimonial del poder que tienen los socialistas”, ha dicho. Para Iglesias, los dirigentes de estos organismos deben tener un perfil “técnico”, algo que, a su juicio, no ocurre con el nuevo director de informativos de RTVE, Enric Hernández. “TVE es TelePSOE”, ha concluido.

Por su parte, el presidente del Gobierno en funciones ha aprovechado un desayuno informativo de la agencia Efe para insistir en su idea de la tercera vía y poder llegar a un acuerdo programático entre los dos partidos, con Unidas Podemos fuera del Gobierno. Como ya aseguró en una entrevista con EL PAÍS, Sánchez apuesta por que ambas partes renuncien a sus posiciones antagónicas y a parte de sus propuestas. «Saber negociar es querer negociar, no tiene que haber vencedores y vencidos», ha asegurado. En este caso, entre el Gobierno de coalición que exige Iglesias y la fórmula de Ejecutivo en solitario que quiere el PSOE.