Aeroméxico suspende los vuelos de sus Boeing 737 MAX 8 tras el accidente de Etiopía

Aeroméxico ha decidido este lunes suspender los vuelos de los Boeing 737 MAX 8, tras el accidente del avión (de este mismo modelo) de Ethiopian Airlines en el trayecto Addis Abeba-Nairobi, en el que murieron 157 personas el pasado domingo. La compañía se suma así a la prohibición impuesta por China a sus compañías aéreas mientras se resuelven las causas del siniestro del domingo. El de Etiopía fue el segundo accidente mortal de un Boeing de ese en los últimos cinco meses: el anterior se produjo en octubre en Indonesia, en un vuelo de Lion Air en el que viajaban 189 pasajeros.

La aerolínea mexicana había decidido, en primera instancia continuar con las operaciones de estos modelos, de los que dispone seis, pues aseguraban que sus aeronaves se encontraban «en perfectas condiciones». Pero, según aclaran a este diario desde la aerolínea, se decidió cambiar de postura tras el pánico de la población y la polémica surgida en redes sociales: «Nos dimos cuenta de que lo más importante era la tranquilidad de nuestros clientes».

La compañía brasileña Gol también ha decidido suspender sus vuelos con este modelo de avión. La brasileña y la mexicana han sido las únicas dos compañías de América en hacerlo. Otras dos aerolíneas latinoamericanas —la panameña Copa y Aerolíneas Argentinas— han decidido mantener sus operaciones con el 737 MAX 8.

El accidente fatal de Ethiopia Airlines atrajo de inmediato la atención de los reguladores, las aerolíneas, los pilotos y los pasajeros por las similitudes con la tragedia que protagonizó no hace aún seis meses la aerolínea indonesia Lion Air con el mismo avión, en buenas condiciones meteorológicas y realizando también la misma operación de despegue.

Aeroméxico dispone seis aviones de este mismo modelo, que hasta este lunes cubrían las rutas desde Ciudad de Méxicfo hacia Lima, Bogotá y Monterrey. La compañía asegura que los vuelos se mantendrán con su flota, aunque no han podido asegurar que en estos días no haya «ajustes» en los itinerarios.

Boeing está bajo presión. Los títulos del fabricante de aviones arrancaron la sesión en Wall Street con una caída de hasta el 12%, la mayor desde los atentados del 11-S en Estados Unidos. Los títulos de la firma estadounidense se apreciaban un 30% en lo que iba de año hasta el viernes, antes del siniestro. Tras el desplome de este lunes, ese incremento quedó temporalmente en la mitad y la compañía vio como en segundos se le evaporan 30.000 millones de capitalización bursátil.

Pese al batacazo, la firma sostiene que el avión es seguro para volar y en un comunicado insiste en que sobre la base de la información disponible no hay motivos para emitir nuevas directrices para operar el avión. El aparato es muy popular, especialmente entras las aerolíneas de bajo coste. Cada segundo y medio despega o aterriza un B737 en todo el mundo. Hay 2.700 unidades volando de media en cada momento, informa Sandro Pozzi desde Nueva York.