LA CONCORDIA.- Bajo la premisa “pasamos a amarillo, pero la emergencia continúa”, las autoridades municipales de La Concordia intentan cambiar el curso de la pandemia en el cantón. Funcionarios municipales controlan el uso obligatorio de la mascarilla, como medida de bioseguridad.

Los controles están amparados en la vigencia de la Ordenanza GADMCLC-SG-2020–2015, aprobada por el Consejo Municipal. La disposición regula las normas de bioseguridad, para evitar la propagación del virus COVID-19 dentro del cantón.

Según lo establecido en la norma, quienes incumplan por primera vez pagarán una multa de 40 dólares o seis horas de trabajo comunitario. En caso de reincidir, los implicados pagarán 80 dólares o 12 horas de trabajo comunitario. Las personas que incumplan en una tercera ocasión pagarán 160 dólares o 18 horas de trabajo comunitario.

Andrés Pozo, jefe de comunicación del GAD municipal, informa que David Álava, alcalde de La Concordia, anunciará próximamente, en una rueda de prensa, los resultados de los controles que se llevan a cabo esta semana.