Elba Esther Gordillo, La Maestra, ha regresado. Después de pasar cinco años y medio en prisión y ser absuelta de las acusaciones formuladas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto de delincuencia organizada y lavado de dinero, la exlideresa pretende retomar las riendas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la organización sindical más grande de América Latina con 1,6 millones de agremiados. Gordillo ha anunciado que le «tomará la palabra» al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador y participará en las elecciones del sindicato. El anuncio de Gordillo, a través de un vídeo difundido en redes sociales, se produce a menos de 48 horas de que el futuro presidente de México ofreciera un perdón para todos los actos de corrupción previos a su Administración.
Frente a una cámara, la exlideresa ha señalado que el país vive tiempos de cambio y que a nadie le conviene un sindicato débil y dividido.«En el pasado debemos encontrar la fortaleza. Quienes representaron la farsa y la simulación han agotado su tiempo, deben irse, se están yendo, no se trata solo de un cambio de personas sino de la reivindicación de las luchas pérdidas y de los anhelos frustrados», ha dicho con voz enérgica y en primer plano, quien durante 24 años fue la líder máxima del SNTE. Este liderazgo la convirtió en el símbolo del inmenso poder corporativo mexicano, una de las figuras de mayor influencia política de las últimas décadas incluso después de haber sido expulsada de las filas del PRI en 2006.
En febrero de 2013 Gordillo fue detenida por policías federales en el aeropuerto de Toluca (Estado de México), cuando se disponía a volar en su jet privado. El primer y principal cargo que se le imputó fue el desvío de fondos por cerca de 2.000 millones de pesos (104 millones de dólares) provenientes de cuotas sindicales. Su detención supuso uno de los primeros golpes de efecto del recién inaugurado Gobierno de Enrique Peña Nieto en su campaña contra la corrupción. Tras más de cinco años en la cárcel, la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR, Fsicalía) no logró comprobar el destino del dinero faltante o la evasión fiscal perpetrada por la líder sindical, mucho menos un delito de lavado de dinero o delincuencia organizada.
Manuel Gil Antón, investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, ha criticado las aspiraciones de Gordillo al considerar que la maestra representa uno de los signos más nítidos de la subordinación de la dirigencia del SNTE al poder Ejecutivo en detrimento de los derechos de los profesores. «Es terrible que la representante de la abyección a los partidos en el poder y sobre todo el ejemplo más claro de la antidemocracia sindical ahora pretenda regresar queriendo revivir los tiempos pasados, lo que implicaría un pacto con el nuevo Gobierno. Espero que esto lo impidan los profesores de México», ha comentado.
«Vamos unidos y sin miedo por el SNTE», asegura la maestra Elba Esther Gordillo en un video que hizo llegar #PorLaMañana. Dice que le tomará la palabra al presidente electo @lopezobrador_ para buscar nuevos liderazgos educativos que surjan del voto libre y secreto. pic.twitter.com/oyBY82C67o
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) 21 de noviembre de 2018
Los reflectores vuelven a la exlideresa apenas unas horas después de que López Obrador diera a conocer que realizará una consulta para saber si los mexicanos desean que su Gobierno investigue posibles delitos de corrupción de las administraciones de los últimos cinco expresidentes. Sin embargo, él comentó que preferiría no recurrir a estas medidas para seguir adelante con los proyectos de su Ejecutivo. “No es mi fuerte la venganza. No creo que sea bueno para el país el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos”, ha manifestado.