Kipchoge busca ser la primera persona que completa un maratón en menos de dos horas

El atleta keniano Eliud Kipchoge, de 34 años, busca este sábado en Viena algo que nadie ha conseguido hasta ahora: completar un maratón (42,195 kilómetros) en menos de dos horas. La gesta, de lograrse, no sería considerada, sin embargo, como récord del mundo ni la marca quedaría registrada en los libros oficiales por todas las ayudas externas que se han preparado de forma milimétrica.

La lista de ayudas es extensa. La salida ha sido programada para las 8.15 porque, a esa hora, en la capital de Austria hay una previsión de siete grados y, cuando termine, de 12, con ausencia de viento y escasa humedad. Cuenta con 41 liebres que, en cinco equipos de siete, más seis reservas, corren en V, como una flecha inversa a la marcha que se comen toda la resistencia aerodinámica y le trasladan el rebufo del vehículo cercano que abre paso con un cronómetro gigante. Detrás de la K de Kipchoge, en los gráficos figuran dos atletas más que, según mandan los ensayos matemáticos, le roban cualquier turbulencia.

Entre las liebres están algunos de los mejores atletas de la actualidad, como los tres hermanos noruegos Ingebrigtsen, el etíope Salemon Barega, el campeón olímpico de 1.500m Matthew Centrowitz, Paul Chelimo, Augustine Choge, López Lomong… Se relevan cada cinco kilómetros, con lo que rompen una norma fundamental, la de que todos los que participen en la carrera deben intentar terminarla, y no pueden entrar y salir de ella a voluntad. El trabajo de las liebres y el rebufo del coche que abre la carrera suponen 1m 40s más de beneficio.

El otro elemento clave son las zapatillas, que son el último modelo desarrollado por Nike, la última evolución de las polémicas Vaporfly, las Next%. Una zapatilla a medida con una placa de carbono en la suela con efecto muelle y discos rellenos de fluido presurizado. Los cálculos de los especialistas señalan que las zapatillas representan una ventaja en eficiencia y economía de zancada de un 4%, lo que proporciona una mejora del 2,6% en el rendimiento, o un ahorro de 1m 30s.

El circuito es una recta con dos rotondas a los extremos, 9,6 kilómetros, que giran 4,4 veces. Han calculado que las rotondas, una de gran radio y otra menor, apenas restan velocidad. Se ha perfeccionado la toma de líquidos en los avituallamientos y no se ha anunciado aún ningún tipo de control antidopaje.

Este experimento es el perfeccionamiento del que Kipchoge ya hizo en el circuito de Monza (Italia), en 2017. Aquel día terminó en dos horas y 25 segundos, rozando la muralla. Para conseguirlo esta vez, necesita correr cada kilómetro a una media de 2m 50s, lo que equivale a 422 carreras consecutivas de 100m a 17s cada una, sin descanso entre ninguna.

El keniano tiene el récord del mundo legal de la distancia en 2h 1m 39s, alcanzada en Berlín en 2018, 100 segundos por encima de la gesta que persigue ahora.

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