Tras la época de lluvias, en plena floración de los lirios, cuando llegan las ballenas o cuando los abedules se vuelven amarillos. Cada lugar tiene algún momento especial.
ENERO
Tierra de Fuego (Chile y Argentina)
El corto verano austral es el momento óptimo para embarcarse en un crucero por los canales patagónicos en la estela del Beagle y Charles Darwin, por lugares que hablan de aventura como Ushuaia, cabo de Hornos o Tierra del Fuego.
FEBRERO
Baja California Sur (México)
Desde noviembre hasta abril, miles de ballenas grises llegan en migración desde las frías aguas del mar de Bering hasta las lagunas costeras de Baja California Sur (Puerto San Carlos, Ojo de Liebre o San Ignacio) en busca de lugares tranquilos para aparearse o parir y amamantar a los ballenatos que han gestado durante 12 meses.
MARZO
Jaisalmer (India)
Cada mes de marzo, con la llegada de la luna llena, se celebra por toda India, y en especial en la región del Rajastán, el festival de Holi, con polvos de colores, música, bailes y hogueras que limpian el aire de espíritus malignos.
ABRIL
Tokio (Japón)
La devoción de la cultura japonesa por lo efímero y lo bello se sublima en la flor del cerezo —sakura, en japonés—, de pétalos blancos o rosáceos y breve vida: apenas dos semanas de finales de marzo o comienzos de abril que se vive de forma especial en el santuario de Yasukuni de Tokio.
MAYO
Umbría (Italia)
Desde mediados de mayo, los prados de la llanura de Castelluccio di Norcia, en el parque nacional de los Montes Sibilinos, se cubren de millones de amapolas, lirios, anémonas y margaritas, un espectáculo natural conocido como La Fiorita.
JUNIO
Lençois Maranhenses (Brasil)
A medio camino entre São Luís y la frontera de Piauí se extiende el parque nacional de Lençois Maranhenses, un asombroso escenario de lagos y dunas al noreste de Brasil. La mejor época para visitarlo es a partir de mayo, una vez terminada la estación de lluvias. Es cuando las piscinas naturales están más llenas y el paisaje es más espectacular.
JULIO
Islas Feroe (Dinamarca)
El archipiélago de las Feroe se encuentra bajo la cálida influencia de la corriente del Golfo, lo que hace que su clima sea suave para su latitud. Las medias más altas (13ºC) se dan en julio, que es también el mes más seco. Una oportunidad de conocer las innovadoras propuestas gastronómicas de cocineros como Leif Sørensen.
AGOSTO
Berlín (Alemania)
Las temperaturas son suaves, las praderas de la isla de los museos se llenan de tumbonas, las noches de terrazas y pasear por los patios interiores (Höfe) de Spandauer Vorstadt, en Mitte, es una delicia.
SEPTIEMBRE
Karelia (Finlandia)
Karelia es el nombre de una suite del compositor finlandés Jean Sibelius, y también el nombre de una región boscosa del norte de Europa hoy repartida entre Finlandia y Rusia, un paisaje de abetos, abedules y pequeños lagos que se llenan de cromatismo en las semanas previas al otoño.
OCTUBRE
Masai Mara (Kenia)
La mejor época para visitar Masai Mara (Kenia) es en octubre, tras las lluvias, cuando centenares de miles de herbívoros se concentran en las grandes praderas del río Mara, al suroeste de Kenia. Son los supervivientes de la gran migración, que suele comenzar en junio, coincidiendo con la estación seca en las llanuras del Serengueti (Tanzania).
NOVIEMBRE
Niewoudtville y Gansbaai (Sudáfrica)
Flores de sutil y punzante aroma alfombran en noviembre, durante la primavera austral, las praderas de Niewoudtville, un parque natural dedicado a las flores salvajes en la provincia sudafricana de Western Cape, a 355 kilómetros al norte (unas cuatro horas de carretera) de Ciudad del Cabo. Quienes gusten de emociones más fuertes pueden viajar a Gansbaai, una población a dos horas de Ciudad del Cabo que se ha hecho famosa como lugar de buceo con tiburones blancos.
DICIEMBRE
Guatemala
Temperaturas suaves (entre 13ºC y 23ºC de media) y días soleados hacen de diciembre el mes óptimo para visitar este país de selvas, volcanes, playas caribeñas, ciudades coloniales, templos mayas y fiestas ancestrales como la de la Quema del Diablo (7 de diciembre), con hogueras donde arden trastos viejos y figuras de cartón con la efigie del demonio.