El secesionismo ensaya en el 1-O la campaña de desobediencia ante el inminente fallo del procés
El independentismo ha escogido el aniversario del referéndum del 1-O, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, para explicar cuál será la respuesta de partidos y entidades a la sentencia del juicio al procésy que desde las filas secesionistas creen que será condenatoria. La reacción ciudadana la coordina una plataforma llamada Tsunami Democrático, sin cabeza visible, pero que ha sido bienvenida por los partidos. La detención de miembros del CDR, acusados de terroristas, ha avivado una movilización que tiene hoy una ocasión de mostrar músculo.
Junts per Catalunya, Esquerra, la CUP, la ANC y Òmnium (las dos entidades organizadoras de las multitudinarias manifestaciones de la Diada) revelarán hoy en un acto conjunto en Barcelona, tras meses de intento de acercar posiciones, cuál será “el marco unitario para las movilizaciones” de cara a la sentencia.
La manera como se está estructurando la respuesta, de momento, recuerda los preparativos del referéndum que el Gobierno intentó frenar con las cargas policiales de hace dos años. La página del Tsunami está registrada curiosamente en Njalla, una empresa domiciliada en una isla del Caribe y donde estuvo la web del censo del referéndum o la del llamado Consell de la República.
La ANC plantea al “colapso” vial en Cataluña
El “colapso vial” de Cataluña es una de las acciones con las que el independentismo organizado espera responder la sentencia. Un secretario nacional de la ANC, David Fernàndez, aseguró ayer en BTV que “varios colectivos” plantean una gran marcha de tres días por las principales vías de Cataluña y que confluya en Barcelona. “Serían 100 kilómetros de marcha”, explico. “Está previsto que cada medio día se hagan 20 kilómetros y así colapsar la principal red vial”, dijo, tras enmarcar la protesta dentro de la desobediencia pacífica.
El Govern intenta llevar cierta batuta espiritual mientras que los detalles logísticos se entregan supuestamente a la “ciudadanía”, que hace bandera de la desobediencia civil. El president Quim Torra, en un acto en Montserrat de homenaje a los presidentes de la Generalitat, llamó ayer a que “el hashtag de Cataluña en los días que vendrán sea luz y libertad”.
Nadie acepta la paternidad del Tsunami Democrático, una plataforma que nació a principios de septiembre y que en un texto fundacional fijaba como su génesis “la frustración acumulada por las consecuencias de la represión”, un argumentario muy similar al que defiende la ANC. En su día, Torra y el presidente del Parlament Roger Torrent, entre otros, saludaron la puesta en marcha del movimiento. Ya ha hecho varias protestas, como dos escraches a Iberdrola y La Caixa por “ser parte de la represión”.
El pasado sábado, en TV3, Pilar Rahola, influyente tertuliana independentista, recomendó tras un encuentro con líderes del Tsunami que “la gente que tenga ganas de reaccionar a la sentencia se compre una radio de pilas y una silla portátil”. En Twitter, la plataforma también llama a quien quiera manifestarse a hacer acopio de “provisiones”.
Desde la llegada de Torra, en mayo de 2018, su discurso sobre cómo se debería afrontar el fallo —que el propio president dice que solo acatará si es absolutorio— ha pivotado sobre cuatro ejes: institucional, ciudadano, internacional y jurídica. La diferencia de criterios entre el Govern sobre la hoja de ruta ha dificultado mucho el acuerdo. La posibilitad de una huelga incluso enfrentó al president con su consejera de Empresa, Àngels Chacón. La consellera pidió poner sobre la mesa cuáles serían los argumentos para optar por una huelga como la que registró ayer Intersindical-CSC para el 11 de octubre.
En el flanco de lo jurídico, por lo pronto, las tres formaciones independentistas aprobaron en el Parlament resoluciones en las que acuerdan pedir una amnistía si el fallo es contrario a los líderes del procés y la “desobediencia institucional”.