Italia devuelve a México casi 600 pinturas robadas

Italia devolvió a México el pasado miércoles un botín de 594 pinturas que fueron robadas al otro lado del Atlántico en la década de los sesenta y trasladadas a través del mercado negro al país transalpino. Se trata de más de cinco centenares de exvotos tradicionales, pequeñas piezas de madera y tela pintadas entre el siglo XVIII y el XX por artistas desconocidos, como ofrenda de agradecimiento o devoción a Dios, a la Virgen o a algún santo. Son una expresión de arte popular muy arraigada en la tradición religiosa de México, con varios siglos de antigüedad.

El ministro de cultura italiano, Alberto Bonisoli, que entregó las pinturas a la secretaria de Cultura mexicana, Alejandra Frausto Guerrero, defendió la necesitad de reforzar la devolución de obras entre países. «Hoy tenemos la ocasión de devolver algo al Gobierno mexicano y de enviar una señal a todo el mundo de que esta restitución marca la dirección que debemos tomar», declaró Bonisoli, y anunció que durante los próximos meses se reunirá el Comité para la restitución de bienes culturales para tratar también el tema de las devoluciones pendientes a Italia. El ministro aclaró que en la actualidad estudian una treintena de casos al respecto. «Iremos adelante como una apisonadora», lanzó.

Para devolver los exvotos a su lugar de origen, han hecho falta algo más de dos años de investigaciones y diplomacia. Un control rutinario en una muestra de temática religiosa en Milán levantó las sospechas de los agentes de la unidad de los Carabinieri para la Tutela del patrimonio cultural de Monza. Algo no encajaba en aquellas piezas de la exposición titulada Danos hoy nuestro pan de cada día, en la que se exhibían tablas votivas dedicadas al tema de la Tierra, y se abrió una investigación sobre la pista de tráfico ilegal de bienes culturales a nivel internacional. En junio de 2016, los Carabinieri del patrimonio junto a técnicos del ministerio de Cultura ampliaron las pesquisas y empezaron a seguir el rastro de las pinturas, analizaron la iconografía y las inscripciones, y descubrieron que las obras habían sido retiradas de diferentes lugares de culto en México entre 1960 y 1970. Habían acabado en dos museos italianos, uno de Lombardía y otro del Piamonte, tras una donación de un conocido coleccionista de arte milanés, ya fallecido.

Después se puso en marcha la maquinaria diplomática, hasta que el Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano confirmó que los exvotos pertenecían efectivamente al país. La ceremonia de restitución de las obras de este miércoles es una nueva muestra de la prolífica colaboración entre Italia y México para combatir el tráfico ilegal de bienes culturales. En 2014 y 2016 el país transalpino ya restituyó al latinoamericano varias piezas arqueológicas procedentes de excavaciones ilegales y, el año pasado, México instauró la Unidad de Tutela del Patrimonio Cultural para proteger el legado artístico, histórico y cultural del país, tomando como modelo el escuadrón especializado de los Carabinieri italianos, que tiene más de cincuenta años de experiencia. Actualmente y desde el año 2017, los agentes italianos, junto al Instituto superior de conservación y restauración, ofrecen a los mexicanos cursos de formación sobre técnicas de salvaguardia de bienes culturales en situaciones de emergencia, como los dos terremotos que sacudieron México en septiembre de ese año.

En Italia, esta unidad policial especializada que tiene la tarea exclusiva de tutelar el patrimonio cultural y que ha permitido, entre otras, desenmascarar recientemente una veintena de modiglianis falsos expuestos en Génova, es muy respetada. Hace dos semanas el grupo de los Carabinieri devolvió al embajador belga Frank Carruet, en nombre de Italia, un manuscrito antiguo, Clarissima et Facillima in Quatuor facra Iefu Chrifti Evangelia, datado en el siglo XVI y que fue robado en el año 2005 de la Biblioteca universitaria de Mons.