Los Mossos se preparan para días de protestas y cortes de carretera por el fallo del ‘procés’

Uno de los grandes temores de los Mossos ante las movilizaciones por la sentencia del procés es que se prolonguen en el tiempo. La policía autonómica está preparada para afrontar jornadas puntuales de tensión —cortes de carreteras, ocupación de edificios públicos, manifestaciones multitudinarias—, pero cree que puede acusar el desgaste y la falta de recursos si las protestas se eternizan. Y ese es justo el escenario que anuncia Tsunami Democràtic, la plataforma sin cabezas visibles que está organizando la reacción del separatismo al fallo judicial.

El dispositivo policial Minerva está activo desde el martes. Implica, entre otras cosas, que todos los agentes de la Brigada Móvil (los antidisturbios) trabajan. Salvo incidentes puntuales, el segundo aniversario de la consulta ilegal del 1-O transcurrió sin sobresaltos para la policía. Pero la relativa calma de estos días no ha hecho bajar los brazos a los Mossos, que sospechan que el secesionismo reserva fuerzas para responder en las calles, como pide la Generalitat, a la sentencia del Tribunal Supremo, que se conocerá en los próximos días.

Los servicios de información actualizan día a día los escenarios de riesgo, pero trabajan con la hipótesis de que pueden producirse serios problemas de orden público. Y han diseñado un dispositivo acorde al desafío. En diciembre de 2018, los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) mantuvieron cortada la autopista AP-7 durante 15 horas a la altura de L’Ampolla (Tarragona). La ANC ya anunció su intención de colapsar la red vial de Cataluña. Esta vez, las acciones las coordinará la plataforma Tsunami Democràtic, que cuenta con el aval de los partidos que apoyan al Govern (ERC y Junts per Catalunya) y de las entidades sociales secesionistas (ANC y Òmnium). También cuenta con el visto bueno de los CDR.

El problema para los Mossos no es tanto atajar cortes de carretera durante una jornada —un sindicato independentista ha convocado una huelga general para el día 11— como que se reproduzcan por todo el territorio y de forma sostenida en el tiempo. Lo mismo pasa con la movilización ciudadana. A la espera de conocer el apoyo popular real a las iniciativas de Tsunami, si las protestas se alargan incluso el plan Minerva puede quedarse corto.

La plataforma, que trata de emular la red ciudadana que distribuyó urnas en los colegios electorales el 1 de octubre de 2017, ya se hace oír en grupos de WhatsApp y Telegram. “La respuesta que se ha organizado pretende generar una situación de crisis generalizada en el Estado español que se prolongará en el tiempo”, señala uno de los mensajes. Otro advierte de que, aunque la sentencia debe despertar una reacción “inmediata”, la protesta “no será solo de un día”.

Junts lleva a sus listas a un herido del 1-O

C. S. B.

Roger Español, el manifestante que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma en una carga policial el 1-O será el cabeza de la lista para el Senado de Junts per Catalunya por Barcelona el 10-N. La formación releva así como cabeza de cartel al exconsejero de Cultura Lluís Puig, huido de la justicia en Bélgica y que no consiguió escaño el pasado marzo.

“Quiero llevar la única violencia que ha habido en Cataluña, que es la desencadenada por el Estado español, delante mismo de quienes la ordenaron”, dijo ayer Español. Para el candidato, Junts per Catalunya encarna “la voluntad de unidad” que durante este tiempo ha visto “que se pedía desde las calles”.

Español declaró en febrero ante el juez como imputado por lanzar vallas contra la policía el día del referéndum ilegal.

El diario Ara aseguró este jueves que Tsunami se propone impulsar bloqueos intermitentes en las infraestructuras catalanas durante tres meses. La plataforma también se dirige de forma preferente a los estudiantes y anima a “vaciar las aulas y llenar las calles”.

En las manifestaciones, los Mossos tratarán de evitar en lo posible el contacto físico con los ciudadanos y, al tiempo, garantizar la seguridad de infraestructuras y edificios públicos. Con plenas competencias en seguridad ciudadana, fuentes del cuerpo aseguran que no tendrán ningún problema en solicitar apoyo de la Policía y la Guardia Civil si se ven desbordados. Recalcan, además, su independencia de las directrices políticas del Govern y su sumisión a las órdenes de jueces y fiscales. Un mensaje que reforzó este jueves el nuevo director de los Mossos, Pere Ferrer. En una carta dirigida a los agentes, se comprometió a un “escrupuloso cumplimiento de la legislación” y de “las funciones de policía judicial” de los Mossos.