La federación pide suspender a Íñigo López para que no juegue esta noche la promoción
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a través de su departamento de Integridad, ha pedido este miércoles por la mañana la suspensión cautelarísima del futbolista del Deportivo de La Coruña Íñigo López, que reconoció en una entrevista en El Mundo que en el Huesca-Nàstic con el que empezó la Operación Oikos, el Huesca, donde entonces militaba, perdió (0-1) porque existía un pacto con el rival. Según ha podido confirmar EL PAÍS, la federación ha solicitado al Comité de Competición que decida de manera urgente, ya que este mismo miércoles, a las 21.00, el Deportivo de La Coruña recibe en Riazor al Málaga para el partido de ida de la primera ronda de la promoción de ascenso a Primera. La intención de la RFEF es que el futbolista, convocado junto con el resto de la plantilla al completo, no pueda ser alineado en el encuentro.
También este miércoles por la mañana, LaLiga ha comunicado que el juez de disciplina de lo social ha acordado «la apertura de una información reservada para discernir la posible responsabilidad de la SD Huesca y del Club Gimnástic de Tarragona» en el partido entre ambos equipos disputado hace un año en El Alcoraz. Según explica en una nota, el paso dado por el juez de disciplina de lo social es previo a decidir si abre un expediente disciplinario o archiva las actuaciones.
LaLiga entiende que el presunto pacto del Huesca-Nàstic supondría una infracción del artículo 69.2.i) de sus estatutos sociales, que recoge qué se consideran infracciones muy graves: «Las actuaciones dirigidas a predeterminar, determinar o alterar en cualquier tiempo y/o forma, mediante precio, intimidación o simples acuerdos, el resultado de un partido o competición”.
Íñigo López fue detenido el pasado martes 28 de mayo en el marco de la Operación Oikos contra el amaño de partidos de fútbol para obtener beneficios a través de apuestas. Los investigadores sitúan al futbolista en el segundo escalón de una organización cuyos presuntos cabecillas serían los exfutbolistas Raúl Bravo y Carlos Aranda. A López lo describen como uno de los «intermediarios», es decir, «los encargados de buscar jugadores a los que corromper, siendo el nexo con los líderes de la organización”.
El futbolista del Depor declaró el jueves 30 de mayo ante el titular del juzgado número 5 de Huesca, el mismo día que otros cinco de los detenidos. Salió en libertad con cargos esa tarde, obligado a presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes y bajo la condición de pagar una fianza de 75.000 euros en el plazo de diez días. El juez le mantuvo la condición de investigado por pertenencia a grupo criminal, corrupción en el deporte y estafa.
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