Beatriz López Doncel, de 39 años, la auxiliar de enfermería del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, acusada de asesinar a dos ancianas e intentarlo con una tercera ha sido declarada culpable de una de las muertes, la de Consuelo Doblado, de 92 años, ocurrida el 2 de agosto de 2017. Y ha sido exculpada de las otras dos de las que era acusada por el jurado popular, que se encargaba de su caso. La sanitaria se enfrentaba a una petición de condena de prisión permanente revisable o, subsidiariamente a 40 años de cárcel. Ahora será el jueve el que determine la extensión de la condena.

El juicio comenzó el miércoles pasado y se ha desarrollado en cuatro sesiones. Este lunes el jurado recibió a mediodía el objeto del veredicto. Este constaba de 20 preguntas en las que tenían que determinar tres posibles delitos. El primero ocurrió en 2013 cuando una enferma de 89 años de la planta de medicina interna del hospital alcalaíno sufrió un agravamiento de su estado pese a que había tenido una mejoría los días anteriores. La mujer ingresó en la unidad de cuidados intensivos y pudo recuperarse.

El segundo hecho sobre el que se ha pronunciado el jurado es si la auxiliar de enfermería introdujo aire o gas de manera masiva en las venas de una paciente de 89 años a finales de julio de 2015 que falleció a las pocas horas. Por último, también debían decir si era culpable o inocente del asesinato de una anciana de 92 años ocurrido en la habitación 528 el 2 de agosto de 2017.

Beatriz López Doncel fue detenida al día siguiente tras practicarle un escáner al cuerpo de la última fallecida y comprobar que tenía en sus venas una cantidad masiva de aire, que le había producido una embolia gaseosa mortal. Los agentes de Homicidios de la Policía Nacional comprobaron las imágenes de una cámara de videovigilancia instalada en la planta quinta del centro hospitalario y que fue autorizada por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Alcalá de Henares. En las imágenes se veía cómo la auxiliar de enfermería entraba en esa habitación instantes antes de que se produjera la parada cardiorrespiratoria de la paciente. Esta también había tenido una gran mejoría en las últimas fechas e iba a recibir el alta médica al día siguiente.

Al igual que las otras dos enfermas atacadas por López Doncel, esta paciente estaba siendo atendida por el doctor Arranz. Fue este facultativo el que comprobó que el fallecimiento de su enferma no correspondía a causas naturales, por lo que pidió la prueba de diagnóstico por imagen. Esto fue determinante para la detención y posterior acusación de la auxiliar de enfermería.

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