México se prepara ante una supuesta caravana de migrantes centroamericanos

El Gobierno mexicano se prepara para recibir una nueva oleada de migrantes centroamericanos que se estaría formando en Honduras y que incluiría a unas 20.000 personas, informó el jueves Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación. La responsable de la política interior de la Administración de Andrés Manuel López Obrador afirmó que el Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal crearán un cerco en el istmo de Tehuantepec, en el sur de la República, para contener la llegada de quienes desean pasar por México en su camino al norte rumbo a territorio estadounidense. El aumento en la llegada de centroamericanos a México fue el objetivo de una reunión celebrada el martes en Miami entre Sánchez Cordero y la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, en la que se analizó un plan para contener el flujo de migrantes. Honduras, por su parte, ha negado que se esté organizando la caravana que ha puesto a México en alerta.

“Tenemos conocimiento de que se está formando una nueva caravana en Honduras, que la llaman la caravana madre y que están pensando que puede ser de más de 20.000 personas”, ha afirmado Sánchez Cordero. Tras conocerse sus declaraciones, el Gobierno de Honduras negó la información. A través de su vicecanciller, Nelly Jeréz, dijo que no hay “ningún indicativo” de que se esté formando dicha caravana. En declaraciones al diario local La Prensa, la funcionaria hondureña dijo que “no tenemos nada de esto… No tenemos ningún indicativo de ello. Eso lo hacen más bien para promover que la gente salga”. Jeréz y Nielsen participaron en Tegucigalpa en una reunión de ministros y secretarios de Estado de Estados Unidos y el llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), en la que se acordó reforzar la seguridad fronteriza en estos países para prevenir la migración irregular.

Fuentes consultadas en Honduras niegan que se esté conformando tal caravana. El periodista y ex diputado del Congreso Nacional de Honduras, Bartolo Fuentes, calificó de «mentira» la información dada por la secretaria de Gobernación mexicana. Fuentes acompañó a los migrantes centroamericanos en las caravanas que salieron desde su país. Él vive en El Progreso, ciudad localizada a 28 kilómetros de San Pedro Sula y asegura que no hay movimiento que demuestre que se prepara un gran flujo migratorio: “Total mentira, invento confabulado entre el Gobierno de Honduras y Estados Unidos. No hay nadie que organice una caravana, es un mito. Sí, todos los días se van más de 300 personas, es un flujo continuo. La gente se organiza para irse. Alguien determina una fecha y se unen. Hay caravanitas. Pero eso de 20.000 es un invento, parte de la argumentación que quiere tener Trump para construir el muro, y Honduras alimenta esa idea para que Estados Unidos le dé apoyo económico. No existe tal caravana”.

México, sin embargo, se prepara para una eventual llegada masiva de nuevos migrantes, que saldría de la ciudad hondureña de San Pedro Sula. Sánchez Cordero anunció que se creará un cerco migratorio en el istmo de Tehuantepec, localizado al sur del país, la zona más angosta entre las costas del Pacífico y el Atlántico, con una anchura de 200 kilómetros y que es un importante paso migratorio. La funcionaria mexicana explicó a medios locales que se trasladarán hasta esa zona agentes de la Policía Federal ante la inminente llegada masiva de centroamericanos. “No vamos a militarizar nuestra frontera sur”, afirmó y dijo que el Ejecutivo que encabeza López Obrador no seguirá entregando “visas humanitarias de forma masiva”, pero sí dará permisos temporales y visas de trabajo en la zona sureste del país, “ordenadamente y en forma segura”.

La información de esta nueva oleada migratoria se da el mismo día en el que un grupo de 600 cubanos partió de Tapachula, Chiapas, para continuar su ruta hacia Estados Unidos. Las oficinas migratorias de la zona se vieron colapsadas tras la llegada de los isleños que exigían permisos migratorios para poder atravesar el territorio. El Gobierno mexicano deportó este jueves hacia La Habana a 66 cubanos que pretendían seguir la ruta hacia Estados Unidos, ha informado France Presse.

El tema migratorio mantiene tensas las relaciones entre Washington y México. Donald Trump acusó al Gobierno de López Obrador de “no hacer nada” para frenar el flujo de migrantes ilegales que llegan a su país y amenazó con cerrar la frontera entre ambas naciones. Trump también acusó a los Países del Triángulo Norte de recibir fondos estadounidenses y de no haber “hecho nada” para detener la emigración ilegal. Trump mantiene su plan de construir un muro en la frontera, proyecto que ha sido rechazado por los legisladores estadounidenses.

El presidente López Obrador respondió a las críticas de Trump y dijo que su país “sí está atendiendo el tema”, que va a colaborar con Estados Unidos y que “de ninguna manera” pretende una confrontación con Washington. El mandatario mexicano reiteró su iniciativa de invertir miles de millones de dólares para desarrollar la zona sur de México, una de las deprimidas del país, para generar empleos que frenen la emigración. Un proyecto similar ha propuesto para los países del norte de Centroamérica.

López Obrador se reunió en México con Jared Kushner, asesor y yerno del jefe de la Casa Blanca, quien había transmitido su preocupación por el aumento de los migrantes ilegales que llegan a México con destino a Estados Unidos. El presidente mexicano aseguró que discutieron la posibilidad de firmar un “compromiso de entendimiento” para que “haya inversiones, se generen empleos y se impulse el crecimiento económico no solo de México, sino también en países centroamericanos”. La secretaria Sánchez Cordero dijo que los esfuerzos para frenar la migración ilegal no deben darse solo por parte de las naciones norteamericanas: “Es el Triángulo Norte centroamericano que debe hacer su parte”.