España contra Francia, táctica contra potencia

España y Francia se cruzan en Reggio Emilia (Cuatro, 21:00 horas) para dirimir la semifinal más sustanciosa del Europeo sub-21. En juego hay mucho más que una clasificación para la final del domingo. Ambos equipos miden la vigencia de dos escuelas contrapuestas. Dos motores de la industria del fútbol.

Probablemente, en la última década no existan países que produzcan más futbolistas profesionales que España y Francia, y es seguro que los chicos que se educan en cada una de sus canteras no pueden estar adiestrados de forma más antagónica. Francia, campeón del mundo en 2018, abandera el estilo del juego directo, apuesta por las defensas retrasadas y los jugadores predominantemente atléticos que corren al espacio. España, campeón mundial en 2010, defiende una idea más sofisticada en la que cada toque supone una conexión que multiplica el poder del conjunto.

Ceballos, Fornals, Roca y Oyarzabal son los exponentes más puros de su generación en lo que respecta a la idea española de la complicidad. Esta noche tendrán doble responsabilidad: gestionar los ataques y ayudar a una defensa limitadísima. España vive en la cornisa. Solo puede compensar su debilidad defensiva con la inteligencia de sus volantes. Hoy enfrenta a una Francia tan opulenta que ha prescindido de tres campeones del mundo absolutos de 2018 que todavía están en edad sub-21: Mbappé, Ousmane Dembelé y Lucas Hernández. Quedan, entre otros, el administrador Tousart, el ingenioso Aouar, y el veloz Moussa Dembélé.

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