La dura ley del talón
La nueva normativa que ha entrado en vigor esta temporada para castigar con tarjeta roja directa los pisotones por detrás ha levantado polvareda y ha encendido la polémica en las dos ocasiones en las que fue aplicada en este estreno liguero. Las expulsiones de Luka Modric, en Vigo, y la de Jorge Molina, en el Metropolitano, han puesto en el punto de mira la novedosa regla, encaminada a proteger el tendón de Aquiles de los futbolistas. Una semana antes, en la Ligue 1 francesa, Cesc Fábregas fue expulsado en el Mónaco-Olympique de Lyon por una acción similar que, como las del volante madridista y la del delantero azulón, también fue revisada por el sistema de videoarbitraje (VAR). Desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) apuntan a la mayor intervención del VAR en estas acciones como un ejercicio de autocrítica. “La temporada pasada se nos achacó que interveníamos mucho en las áreas y que no se utilizaba el VAR para las entradas duras en el centro del campo. Lo aceptamos y lo asumimos como algo que debíamos mejorar y, por ello, ahora se utilizará más el videoarbitraje para juzgar estos lances”, relatan desde el comité arbitral.
La circular número 4 enviada a los equipos antes del inicio del campeonato ya se expresaba en parecidos términos: “Se visualizaron, al igual que en los otros apartados, numerosas jugadas de la temporada pasada y se puso especial énfasis en las entradas realizadas por detrás o sobre zonas de alto riesgo de lesión (tendón de Aquiles, gemelo, tibia,…), ya que ponen claramente en peligro la integridad física del jugador”, rezaba el escrito que fue el preámbulo de la cuarta jornada con más expulsiones (6) en la historia de LaLiga. El récord fueron diez en la temporada 96/97.
Los primeros afectados en LaLiga y las voces contrarias rechazan la tajante variación del reglamento con el argumento de que no se juzga la intención, sino simplemente si se produce o no el pisotón por detrás. “Expulsión por una acción fortuita…. En la vida haría intencionadamente una entrada así a un compañero. ¡Totalmente involuntaria!”, se quejó Modric en sus redes sociales. “No lo pude entender con Modric y no lo puedo entender con Molina. No es intencionada la acción. El chico me ha dicho que no ha habido intencionalidad”, se lamentó José Bordalás.
Intencionalidad
El entrenador del Getafe aseguró en la sala de prensa del coliseo del Atlético de Madrid que el colegiado que les explicó la regla en los días previos al inicio del campeonato especificó que si no había intención la expulsión quedaba descartada. Simeone le contradijo de inmediato en su posterior intervención: “A nosotros nos informaron el otro día que no se valora la intencionalidad cuando un jugador pisa a un compañero o un rival de espaldas, debido a que si estás tres meses afuera estás tres meses afuera. Los árbitros han decidido esta situación. Cuando es por delante es amarilla y cuando es por detrás es roja”. “No creemos que Bordalás mintiera, quizá no lo entendió bien”, ironizan desde el CTA.
Ante el revuelo generado entre jugadores, técnicos y aficionados que consideran excesivo el castigo, desde el organismo arbitral zanjan y critican abiertamente el debate de la intencionalidad aludiendo a la mera terminología del reglamento. “Desde hace 15 años la palabra intencionalidad está desterrada del reglamento del fútbol, que estaba inspirado en el Código Civil y en la figura del dolo (mala fe). Ningún jugador quiere hacer un penalti o una falta, y menos lesionar a un compañero”, defienden desde el CTA, donde señalan los términos “imprudencia y temeridad” y la puesta en peligro de la “integridad física del jugador” para juzgar ese tipo de acciones. La aplicación de la norma también puede llegar en un lance tan habitual como la de un jugador que recibe el balón de espaldas y un contrario le encima por detrás para tratar de sacarle la pelota o evitar que se gire y progrese. “No se sanciona con tarjeta roja directa solo cuando el pisotón es en carrera. Si la integridad física ha sido puesta en peligro es roja”, recalcan desde el estamento arbitral.
Menos ímpetu
El discutido precepto obliga a los jugadores a un ejercicio de contención en la fuerza aplicada en ese tipo de jugadas. “Desgraciadamente, para los jugadores es muy difícil frenarse, porque la intención no está, pero el pisotón y la lesión posterior de un compañero sí puede estar”, reflexionó Simeone. “Se quiere proteger al jugador y eso es bueno, pero dejar a un equipo con 10 es muy duro por el minuto que era y la posición en el medio campo de manera accidental, hay que adaptarla”, advirtió Saúl.
“Los jugadores tendrán que cambiar su manera de defender”, aventura el exárbitro Iturralde González. “Los árbitros aplican lo que dice el reglamento y con este en la mano las expulsiones de Modric y Jorge Molina fueron correctas. Otra cosa es que haya que modificar la norma y darle una interpretación más amplia, pero mientras no se haga, los colegiados deben ajustarse a lo que dice el reglamento”, abunda Iturralde.
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