Huelga en una Liga mileurista

La expedición del Sporting Club Huelva, compuesta por 23 personas, salió a las 10.30 de este viernes para recorrer en autobús los 750 kilómetros que le separan de Valencia. Los billetes de AVE desde Sevilla se habían agotado y su autocar llegó al destino cuando ya había anochecido. A las 15.00 despegó del aeropuerto de Tenerife con dirección a Barcelona el avión con la comitiva del Granadilla. El coste del viaje, incluido el hotel, ronda los 7.000 euros. Sin embargo, salvo giro imprevisto de última hora, ninguno de los dos equipos jugará este sábado sus partidos de la novena jornada de Liga contra el Levante (18.30) y el Espanyol (13.00), respectivamente. Empieza la huelga indefinida convocada por las jugadoras de Primera por el fracaso en las negociaciones del convenio colectivo. La primera en la historia del fútbol practicado por mujeres. La peor crisis en el peor momento para un universo que persigue su propio big bang.

La realidad del Granadilla y Sporting Club Huelva ayuda a explicar las tripas de este mundo en crecimiento, pero con muchas diferencias entre sus protagonistas. Del Barcelona a la entidad onubense hay un abismo de distancia. La patronal asegura que, si hubieran aceptado las demandas económicas de los sindicatos con los actuales ingresos de la competición, muchos equipos de la clase media-baja, a la que pertenecen estos dos conjuntos, estarían condenados desaparecer o descender de categoría.

En este paquete de equipos, las cuentas dan para pocas alegrías. Más de la mitad de las futbolistas que juegan en los 13 conjuntos que forman la Asociación de Clubes (todos de Primera menos el Barcelona, Athletic y Tacón), 141 de un total de 250, cobra menos de 16.000 euros brutos por temporada, la cantidad que tanto patronal como sindicatos estarían dispuestos a firmar como sueldo mínimo a jornada completa (unos 1.000 mensuales). El resto, 109, sí supera esa cantidad, según cifras a las que ha tenido acceso este periódico. El salario medio de todas ellas este curso se sitúa en los 17.199 euros después de una subida media en las tres últimas campañas de alrededor del 30%.

También la mitad de estas jugadoras tiene un contrato a media jornada (no hay ninguna con menos). Y la otra mitad se reparte entre el 75 y el 100%. Este punto, el de la parcialidad, es el que rompió las conversaciones y el que hizo que las negociaciones apenas avanzaran durante 13 meses y 21 reuniones. La patronal ofrecía el 50% mientras las futbolistas accedieron a bajar al 75% y ahí marcaron su línea roja. La subida de un 25% en esta cláusula supondría un incremento de la masa salarial inasumible ahora para las entidades más humildes, según la Asociación.

Las condiciones económicas en la clase media-baja de la Primera femenina se retratan en estas cifras tan comedidas de sueldos y parcialidades que, en realidad, se encuentran algo infladas por la presencia en este grupo del Atlético de Madrid, ganador de las tres últimas Ligas y cuartofinalista en Champions. Sin él, el balance sería inferior. La salud financiera del club rojiblanco se asemeja más a la de Barça, Tacón y Athletic, los tres únicos que no pertenecen a la Asociación (conocida como patronal), muy superior a la media.

El Gobierno se retira de la mediación

El último fracaso en las negociaciones lo sufrió en sus carnes el propio Gobierno. El Ministerio de Trabajo, con la presencia del Consejo Superior de Deportes, medió la última semana, se reunió con ambas partes y presentó un documento de propuesta. Las futbolistas dieron el visto bueno, pero los clubes lo rechazaron, lo que hizo imposible la desconvocatoria de la huelga. En todo caso, el problema de fondo en este conflicto ya no está en las condiciones laborales porque la patronal había terminado por aceptar las demandas sindicales (16.000 de salario mínimo y 12.000 en caso de contrato parcial). El obstáculo para el acuerdo es que no existe financiación para hacer frente a las peticiones de las jugadoras.

La novena jornada

Sábado

Espanyol-Granadilla (13.00, Vamos) y Levante-Sporting Huelva (18.30, Gol).

Domingo

Athletic-Tacón (12.00), Real Sociedad-Barcelona (12.00), Betis-Sevilla (12.00), Valencia-Atlético (13.00, Vamos), Madrid CFF-Rayo Vallecano (16.00) y Deportivo-Logroño (16.00, Gol).

El único granero del que podría salir ahora son los contratos televisivos, aunque eso, hasta la fecha, ha resultado imposible porque implica un pacto entre dos agentes enfrentados sin tregua: la Federación Española y Mediapro. La institución presidida por Luis Rubiales asegura estar dispuesta a poner la cantidad necesaria y Mediapro no se opone a liberar los contratos ya firmados con 13 clubes. A cambio, pide emitir dos partidos por jornada, a lo que se niega la Federación. Mediapro, por su parte, rechaza que los encuentros los dé la operadora del equipo local. Y en medio de esta guerra, la productora anunció este jueves que ha alcanzado un acuerdo con el Sevilla, que tenía cedidos sus derechos de retransmisión a la Federación.

Todo apunta a que el seguimiento del paro, que solo afecta a los encuentros de Liga, será muy mayoritario. El reglamento de la Federación, la organizadora de la Liga, contempla quitar tres puntos y una sanción de entre 3.000 y 12.000 euros en caso de incomparecencia de un equipo, aunque fuentes de la institución aclaran que eso lo decidirá el lunes la jueza de Competición a partir de las actas arbitrales y de lo que ocurra en la jornada.

De sindicalista a presidente

Esta es la décima vez que el fútbol español vive una convocatoria de huelga, la primera en la Liga femenina.

1979. El 4 de marzo, los jugadores pararon porque exigían la abolición del derecho de retención, ser incluidos en la Seguridad Social y la supresión del entonces límite de edad para jugar en Tercera (23 años). La huelga fue un éxito.

1981. También triunfó la de dos años después. Se prolongó dos semanas, en septiembre. En la primera no se disputaron los partidos y en la segunda los equipos alinearon a juveniles. Se desconvocó tras lograr el pago de las deudas y la abolición de la normativa de alinear a los sub-20.

1982. Se celebró tres jornadas antes de acabar la Liga, pero apenas tuvo seguimiento. Se anuló al día siguiente.

1984. Hubo huelga dos jornadas, el 9 y 16 de septiembre. La primera se disputó con juveniles y la segunda paró por completo porque la justicia impidió que los equipos volvieran a echar mano de las categorías inferiores. Se desconvocó al aceptar los clubes las peticiones sindicales: el cobro de deudas y la participación de los jugadores en las negociaciones sobre derechos televisivos.

1997. Los futbolistas protestaban por el alto número, a su juicio, de extranjeros en la Liga. Se desconvocó antes del inicio de la competición tras acordar una limitación a partir de la 2000-01.

1997. La primera de los árbitros, en la decimocuarta jornada. Se quejaban de las críticas. Fueron sustituidos por colegas de Segunda B.

2006. La segunda de los colegiados; esta vez, por impagos de la Liga. El reconocimiento de la deuda frenó el paro en Primera y Segunda en marzo.

2010. Se anuló antes de celebrarse, en abril. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) la convocó por los problemas económicos que afectaban, sobre todo, a la Segunda B y Tercera.

2011. La AFE —dirigida por el hoy presidente de la Federación, Luis Rubiales— anunció una huelga para las dos primeras jornadas de la 2011/12 por las deudas con unos 200 jugadores. El paro impidió la apertura del campeonato. Se desconvocó el 25 de agosto y pudo disputarse la segunda jornada.

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