Neymar apuntaba a crack desde que era un niño, y como tal ha estado unido a Nike durante 15 años. Desde los 13 años ha mantenido tratamiento de estrella, línea propia y todo lo que fuera menester, pero de repente la magia desapareció y Nike ha decidido romper el vínculo un año antes de su finalización, apareciendo Puma en el horizonte como su más que posible próximo destino.

La firma alemana está dispuesta a romper la banca con tal de contar con Neymar entre sus deportistas. Las otras marcas deportivas sabían del movimiento y, de una u otra manera, se han acercado al brasileño en un intento de buscar a un futbolista único, con una imagen muy marcada y capaz de enganchar a los más jóvenes, mercado potencial de las grandes marcas de ropa deportiva.

Neymar ha sido capaz, en pleno partido, de ponerse una bota en la cabeza buscando una campaña de publicidad gratuita para la marca. Lo consiguió. Atrevido como pocos.

Puma es la firma que parece cerca de llevarse la firma definitiva del internacional brasileño, que en la mañana del lunes anunció su continuidad en el PSG. La mayor parte del accionariado de la firma alemana estaba en manos de la empresa

Kering, propietaria de firmas de lujo como Gucci, Balenciaga o Yves Saint Laurent, pero en 2019 vendió parte de las acciones, aunque mantiene un porcentaje significativo. El grupo francés Artemis es ahora mismo el que tiene más acciones.