A principios de 2018 se encontró un exploit en el kernel de PS4 que, junto a otro exploit en el WebKit que permitía introducir el código para aprovecharlo, se consiguió hacer jailbreak a PlayStation 4. Para ello, sólo era necesario tener una versión 4.55 o anterior del firmware. Poco a poco se ha ido avanzando con nuevos exploit, donde el más reciente permitía piratear consolas con firmware 7.02 o anterior.

Si tu PS4 tiene firmware 7.55 o anterior, puedes instalarlo

Ahora, también es posible hacer jailbreak a las PS4 que tengan firmware 7.50 o anterior. Si tienes una versión posterior, tendrás que esperar a que en el futuro se descubran otros exploits, ya que no es posible hacer downgrade. Ha sido el hacker sleirsgoevy quien ha lanzado el jailbreak para la versión 7.50 de PS4, basado en el exploit del kernel IPv6 UAF revelado por TheFloW en enero.

Cuando se anunció el jailbreak el pasado sábado, sólo estaba garantizado que funcionara con consolas con la versión 7.50. Sin embargo, el Mira CFW lanzado hoy ya permite ejecutarlo en versiones 7.50, 7.51 y 7.55 del firmware de PS4. El exploit del Webkit es muy inestable, y ejecutarlo con éxito puede requerir hasta diez intentos para que se ejecute correctamente sin que aparezca un código de error de PS4.

La versión 7.55 de PS4 fue lanzada en agosto de 2020. Su sucesora, la versión 8.00, no llegó hasta octubre de 2020. Por ello, cualquier consola PS4 que no haya sido actualizada desde septiembre de 2020 puede instalar esta nueva versión de CFW, aunque hay quien no considera a Mira como un CFW. Recordamos que es conveniente hacer una copia de seguridad de PS4, y que ejecutar tu cuenta en una consola modificada puede conllevar que te baneen y pierdas todos tus juegos, además de no poder usarla online. Tener una versión antigua de firmware también te expone a otras vulnerabilidades y te impide disfrutar de las últimas novedades de Sony, por lo que no recomendamos que hagas este tipo de modificaciones en tu consola.

PS5 está protegida (en principio) ante estos exploits

PS5, para evitar este tipo de exploits, no cuenta con un navegador web, que es uno de los puntos de entrada para los exploits del kernel. PS4, por tanto, se puede piratear con relativa facilidad siempre que no hayamos actualizado el firmware. Distinta es la situación con Xbox One, que ha sido la primera consola que no se ha conseguido piratear, así como tampoco hay forma de emular sus juegos. La consola está muy bien protegida, y la existencia del modo desarrollador para instalar apps o emuladores, junto con que sus juegos salen igualmente en PC, desincentiva el piratear esta consola.