SSD M2: Qué es, usos, ventajas y recomendaciones
SSD M2: Qué es, usos, ventajas y recomendaciones. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Lo más probable es que no hayas oído hablar de los SSD M2, pues lo cierto es que esto son dispositivos que dan un salto de calidad a cualquier equipo y son de nueva generación que ofrecen muchas ventajas al utilizarlos. A lo largo de este artículo te vamos a mostrar todo lo que debes saber de los SSD M2, desde su utilidad, velocidades que ofrece, instalación, modelos, ventajas, recomendaciones y mucho más.
Índice
1 Todo lo que debes saber de los nuevos SSD M2
1.1 ¿Qué es un SSD M2 y cuál es su diferencia con un HDD?
1.2 SSD M2 por encima de los HDD
2 M.2 como la interfaz del presente y el futuro
2.1 Evolución de la conexión SSD
2.2 Aparición del SSD M2: igual de veloz pero más pequeño
2.3 Tipos de unidades SSD M2
2.4 Ventajas y “desventajas” de un SSD M2
2.5 Usos recomendados para los SSD M2
3 Instalación de los SSD M2
3.1 Modelos SSD M2 más recomendados
4 Conclusión final
Todo lo que debes saber de los nuevos SSD M2
Los SSD M2 son dispositivos de tecnología totalmente actual y ofrece una infinidad de ventajas y beneficios, estas unidades son el presente y el futuro en cuanto a temas de computación se refiere. No obstante, y pese a que es lo mejor y más actual que se puede conseguir en el mercado hoy en día, hay una gran cantidad de usuarios que desconocen la existencia y el uso de estos dispositivos.
De aquí en adelante vamos a mostrar en detalle en qué consiste tan relevante tecnología SSD M2, los usos actuales y por supuesto, los pros y las contra que conlleva la implementación de estas unidades. Además también les vamos a presentar un pequeño listado de SSD M2 de alto rendimiento para llevar un ordenador a un nivel mucho más alto.
¿Qué es un SSD M2 y cuál es su diferencia con un HDD?
Lo mejor es empezar desde lo más básico y sencillo de esta unidad SSD, y por ello creemos importante aclarar el porqué de su nombre.
SSD son las siglas de “Unidad en Estado Sólido”, las cuales hacen referencia a un dispositivo que se usa específicamente para el almacenamiento masivo de datos de manera permanente. Las unidades SSD se basan en la utilización de memoria semiconductora no volátil, que se conoce como Flash, y la cual es específicamente la gran diferencia que hay entre estas unidades de almacenamiento y los discos duros típicos HHD.
Sin embargo, todos no saben en qué consiste exactamente la tecnología de las memorias flash. Pues básicamente, una memoria flash es un chip con un circuito integrado en su interior.
Pero en dicho circuito integrado no tenemos los tradicionales núcleos como sucede en la CPU, sencillamente se trata de crear un sistema de celdas de memoria basadas en puertas lógicas NAND (AND negada) con la habilidad que estas tienen, la cual consiste en retener el último estado almacenado en ellas, lo que significa, poder mantener los datos almacenados aun cuando la unidad se encuentra apagada.
Literalmente, esta viene siendo además, la gran diferente que hay entre un SSD y una memoria RAM, pues estas últimas requieren siempre tener una señal de refresco a través de un condensador en cada una de las celdas de memoria para que el dato no sea borrado.
SSD M2 por encima de los HDD
Si bien ya hemos mencionado que la gran diferencia se encuentra en el sistema de almacenamiento, mientras que un SSD se apoya de elementos electrónicos basados en transistores para almacenar, un HHD “Hard Disk Drive” se basa en la tecnología magnética. Estos cuentan con una serie de discos metálicos que giran a alta velocidad con un motor y son magnetizados a través de una aguja situada en cada una de las caras de los mismos.
La ventaja de un SSD frente a un HDD es más que notable, la disminución de espacio y la supresión de elementos mecánicos resulta fundamental para ganar en velocidad de escritura y de lectura. Teniendo en cuenta que en un ordenador todo es electrónico a excepción de los HDD y estos generan un enorme cuello de botella en la transferencia de datos.
A fin de cuentas, el motivo por el cual no tiene sentido llamar disco a un SSD es más que evidente, pues físicamente no posee ningún disco, así que sencillamente se le llama unidad de almacenamiento.
M.2 como la interfaz del presente y el futuro
Una vez hemos detallo lo que es un SSD y su manera de almacenar datos a diferencia de los típicos HDD, es momento de ver cómo van conectados estos dispositivos a los ordenadores.
Evolución de la conexión SSD
Ha pasado ya mucho tiempo desde cuando los únicos discos duros que existían eran los que iban conectados a la placa base con los muy recordados cables IDE, que ocupaban un espacio increíblemente absurdo.
Los cables IDE fueron sustituidos por una interfaz de transferencia de datos en serie conocida como SATA, que a la fecha todavía los tenemos entre nosotros y que nos proporciona una velocidad de transferencia de archivos hasta de unos 600 MB/s (6 Gbps) en su versión de SATA III. A pesar de estos siempre han funcionado de manera casi perfecta, el punto débil o desventaja, por así decirlo, es que una unidad HDD mecánica tan solo es capaz de llegar hasta los 150 – 160 MB/s.
Una cosa que resulta insuficiente para la época en que vivimos actualmente.
Debido a eso, se notó ya desde algún tiempo, que era el momento preciso para introducir nuevas unidades SSD basadas en chips flass que si tienen la capacidad de alcanzar los 600 MB/s que permite las conexiones SATA, o que por lo menos promete. Fue entonces cuando surgieron las unidades de tamaño de 2.5 pulgadas, algo así como unos 6.8 cm x 10 cm x 7 mm de grosor.
A pesar de ello, era de suponer que en un poco tiempo, los 600 MB/s iban a ser muy pocos para los procesos y tareas que cada día requieren de más capacidad y velocidad de transferencia de datos, de manera que se desarrollaron las unidades PCIe, que son básicamente SSD que van conectados a las ranuras PCIe de la placa base, primero en las PCIe 3.0 x 1 y después en las PCIe 3.0 x 4.
Tengamos en cuenta que un carril PCIe 3.0 tiene 1GB/s direccional y 2 GB/s bidireccional, así que 4 carriles nos dan la posibilidad de conseguir transferencias de datos hasta de unos 4000 MB/s en una dirección, por lo que a comparación de esto, la interfaz SATA se queda muy abajo.
Además, otra de las grandes ventajas que tienen estas unidades SSD en comparación con los HDD, es que estas unidades tienen comunicación directa con la CPU, esto se debe a que estos carriles van directamente al procesador.
Aparición del SSD M2: igual de veloz pero más pequeño
Uno de los puntos débiles de los SSD, además del precio excesivamente alto con el que se lanzaron al mercado, es el lugar que ocupan en el equipo, debido a que tener una tarjeta de expansión dedicada a un SSD no es especialmente lo mejor.
Teniendo en cuenta ese punto, que para algunos era una flaqueza, se siguió evolucionando hasta que apareció el conector M.2, que es sencillamente una ranura situada físicamente en la placa base en donde se coloca de manera horizontal un SSD sostenido por medio de un tornillo. El avance es muy notable, de un tamaño mucho más pequeño físicamente lo que hace que ocupe menos espacio en el equipo y la eliminación de conectores de alimentación propios de SAT. Un SSD M2 tiene casi el mismo tamaño que tiene un módulo de memoria RAM.
Además, el SSD M2 sigue con la tendencia del PCIe enviando sus cuatro carriles de datos directamente al procesador y llegando de esta manera a velocidades teóricas de los 4000 MB/s. Pero eso no es todo, pues también cuenta con compatibilidad con la interfaz SATA, cosa que no era posible con las ranuras PCIe normales. A todo esto, hay que añadirle que el precio ha sido reducido de manera considerables y hoy en día se pueden encontrar ofertas verdaderamente buenas por SSD muy potentes.
PCIe + NVMe la combinación ganadora
Las unidades conectadas a una ranura M2 pueden trabajar de tres manera diferentes, o más bien, son capaces de soportar tres modos de transferencia de datos distintos:
Con el protocolo AHCI que utiliza SATA: para conectar en el M2 dos unidades SSD normales que van a trabajar a 600 MB/s estas eran las primeras versiones de M2, e incluso en los chipsets con menos potencia de las placas base, nos encontramos con al menos una unidad M2 limitada únicamente a esta velocidad.
Sin olvidar que el bus SATA del M2 casi en el total de los casos va a estar compartido con alguno de los conectores SATA habituales.
Utilizando una interfaz PCIe con el protocolo AHCI: en este modo se está utilizando los LANES PCIe que van hacia el procesador, pero a través del protocolo AHCI común y corriente. Esto permite alcanzar tasas de transferencia mucho más altas, pero aun no alcanza el máximo nivel.
Interfaz PCIe a través del protocolo NVMe: consiste en el protocolo de comunicación creado especialmente para las unidades de almacenamiento de estado sólido. La principal ventaja que supone este protocolo es que es capaz de usa la capacidad multitarea tanto de las CPU como de las interfaces SSD para procesar varias tareas al mismo tiempo, algo que el protocolo AHCI no puede realizar. Es de este modo como se usa la capacidad completa de los 4 LANES PCIe que llegan a la CPU.
Todo esto nos dice claramente, que las unidades que tenemos que elegir, sin duda alguna, son NVMe.
Tipos de unidades SSD M2
Luego de haber mostrado los principales detalles de la interfaz, es momento de abarcar algunas diferencias, o lo que en realidad son los diferentes tipos de unidades SSD M2 que vamos a encontrar en el mercado actual. Esto resulta fundamental de cara a la compatibilidad entre la unidad que se adquiera y la que se soporte la placa base del equipo donde la vayamos a conectar.
Lo más lógico es que se trate de una cuestión de tamaño nada más, aunque si es cierto que, a más longitud, también se tienen unidades SSD mucho más rápidas y de mucha más capacidad, por el simple hecho de aprovechar el espacio. Otro motivo que los diferencia es el tipo de conexión que se use.
Tipos en cuanto a tamaño:
- 2230: este cuenta con unas medidas de 22 mm de ancho y 30 de largo, y habitualmente se usa para conectar tarjeta WI-FI y Bluetooth ya sea en equipos portátiles como PC de escritorio. Utiliza interfaz SATA o PCIe x2.
- 2242: presenta unas medidas de 22 x 42 mm de largo, y es un formato común para SSD utilizados en Mini-PC y portátiles con interfaz SATA y PCIe x2.
- 2260: este sube en cuanto a sus medidas, con 22 x 60 mm para ser utilizados en interfaces de PCIe x4 y para unidades ya de mucha mayor velocidad y capacidad.
- 2280: este era y es el de tamaño más habitual hasta que se creó el 22110. Con unas medidas de 22 x 80 mm es más habitual encontrarlo en placas bases ATX para PC de sobremesa, aunque también se puede encontrar en portátiles.
- 22110: por último nos encontramos con las unidades más grandes, y casi siempre las más veloces y de mayor coste. Utilizado para placas ATX en las cuales el espacio no es un problema, las medidas de este son de 22 x 110 mm de largo.
Tipos en cuanto a conexión:
B key: se basa en un conector con una fila de 6 contactos del lado derecho y otra más ancha, ambas son separadas por una ranura a la derecha. Se utiliza en conexiones PCI e x2 por lo general.
M key: es este tipo, la pequeña fila de 5 contactos se ubica del lado izquierdo y van separadas por una ranura de otra más ancha de entre 59 y 66 contactos. Esta se utiliza en interfaz PCIe x4.
B & M key: aquí nos encontramos con las dos de arriba unidas, con 5 contactos en el extremo izquierdo, 6 en el extremo derecho y dos ranuras que separan la zona central. De esta manera es compatible con las de tipo B y M de forma simultánea. Esta conexión se utiliza generalmente para los SSD M2 SATA.
Ventajas y “desventajas” de un SSD M2
Veamos en este apartado los pros y las contras que tienen los SSD:
Ventajas
La velocidad de lectura – escritura: hoy en día podemos encontrar modelos de SSD M2 en el mercado con velocidades de hasta los 3500 MB/s tanto en lectura como en escritura, lo que es casi el máximo de la capacidad del bus.
Tamaño: por razones más que obvias y ya detalladas antes, un SSD tiene un tamaño mucho más reducido al de un típico HHD.
Menos consumo y mucho menos calor: al ser unidades mucho más pequeñas, y sin necesidad de elementos mecánicos a altas RPM, el consumo es mucho menor, esto se debe a que funcionan a muy poco voltaje. Esto también ayuda a tener temperaturas mucho más bajas y controladas.
Entorno de hardware más limpio: no es lo mismo tener que sacar dos cables hacia un HDD o SSD SATA que directamente se conectan a la placa base y ya está.
Tasa de fallos y seguridad: aun cuando la unidad SSD esté llena, la velocidad de lectura y de escritura se va a mantener, y además está comprobado que la tasa de fallos en las transferencias de datos es mucho menor.
Desventajas
Vida útil más reducida: una desventaja considerable al momento de utilizar los SSD en entornos de servidores es que las celdas de memorias tienen una vida limitada de escritura y borrados. Algo que de cada a un usuario normal no supone un problema grave, pues en general se calcula que el tiempo de vida de los SSD es de unos 8 o 10 años.
Coste por GB: aún hoy en día el costo de los SSD es mucho más elevado que el de un HHD normal, es por ello que los ordenadores dedicas al gaming es prácticamente obligatorio el uso de un HDD de 2 o de 4 TB.
Los fallos no avisan: los discos duros mecánicos se van degradando con el tiempo debido a su naturaleza, pero los SSD directamente dejan de funcionar en un momento determinado sin previo aviso, lo que significa que cuando esto sucede se presentan mucho más inconvenientes para lograr recuperar los datos almacenados dentro de ellos.
Usos recomendados para los SSD M2
Teniendo en cuenta las ventajas y las desventajas notables que presentan las unidades SSD, es necesario decir que los SSD M2 han sido creados para ser utilizados en ordenadores personales y para estaciones de trabajo ni en equipos que se utilicen como servidores, pues debido al alto volumen de escritura y borrados diarios pueden ocasionar que la vida útil de la unidad se reduzca a tan solo unos cuantos meses e incluso semanas. Y teniendo en cuenta también el alto costo que suponen, sería desaprovechar la utilidad del dispositivo.
Por otro lado, una unidad SSD va a ser una gran inversión para un equipo doméstico, y no se necesita más de unos 256 GB para lograr instalar los programas más habituales y el sistema operativo que se utilice. Son verdaderamente costosos, pero su precio vale la pena, pues se consigue una calidad nunca antes vista en el ordenador donde se utilice.
Por último, otro uso bastante frecuente es en los portátiles, en especial en los ultrabooks, en donde el espacio físico es bastante limitado y las capacidades que ofrecen los SSD M2 sobrepasan ya los 1024 GB. Además, la mayoría de los equipos portátiles poseen dos ranuras M2, de manera que, aun cuando no se tenga un HDD, las posibilidades de almacenamiento son altas.
Instalación de los SSD M2
Si bien ya detalles los lugares en los que van montadas esas unidades, es momento de ir un poco más a fondo y explicar cómo se instala un SSD M2 de manera correcta en una placa base, de manera que logren funcionar con normalidad y por supuesto, sin romper nada en el proceso.
Primero que nada hay que recordar que estas unidades no van instaladas igual que los discos HDD o los SSD de 2.5 pulgadas que ya comentamos antes, sino que van conectados a la palca base de una forma similar a las de las memorias RAM de los equipos portátiles. Hay ciertos detalles que hay tener en consideraciones para ejecutar la instalación si errores, pero con poner atención a casa paso bastará.
Otra cosa es que para esto, vamos a necesitar una placa base que tenga puertos M2 el SSD M2 que se va a instalar y un destornillador de estrella común y corriente. Vamos con los pasos:
Pasos previos a la instalación
El primero paso será ubicar el puerto tipo M2 en la placa base. Lo más común es que se ubique entre los puertos PCI Express, encima de estos (entre la gráfica y el procesador) e incluso en ciertas placas base se encuentran justo abajo del chipset. Lo podremos reconocer porque tras el conector tienden a tener unos agujeros para tornillos en hilera para las distintas medidas que tienen los SSD.
Por norma general, todos los puertos tienen ya un tornillo instalado en el último de los agujeros, que es el que se usa para la medida 2280 de SSDs en este formato, la más común, pero también hay más agujeros para los 2260 y los 2242. Todas las unidades M2 son de 22 mm de ancho, pero su longitud varía, algunas ranuras están diseñadas para soportar solo unos pocos formatos de unidades M2, mientras que hay otros que soportan todos los formatos. Como los de la siguiente imagen:
Entonces, a continuación debemos retirar el tornillo usando el destornillador de estrella, y en el caso de que el tornillo no esté en la medida correspondiente para nuestro SSD, vamos a tener que quitar el acople con los dedos y atornillarlo en el agujero que correspondiente a la medida del SSD.
En algunas placas base, en especial las de gama más alta, los puertos M2 están cubiertos por disipadores para poder mantener la unidad SSD M2 a la temperatura más baja posible. Esto se hace en caso de unidades con interfaces muy veloces como PCI Express 4.
Si nos llegamos a tomar con dicho tornillo, al quitarlo también lo hará el disipador integrado.
Instalación del SSD en una placa base
Una vez que ya tenemos el puerto de la placa base listo, es momento de instalar el SSD en él. Para esto, debemos hacer coincidir el conector del SSD con el puerto y presionar levemente, sin necesidad de aplicar fuerza.
El SSD debe encajar, pero quedar ligeramente levantado. No hay de qué preocuparse pues es normal y no se daña para nada el puerto ni el SSD, pues los pines del conector son flexibles y de hecho, hay que presionarlos hacia abajo en el siguiente paso, porque están diseñados de esta manera.
Luego simplemente presionamos con un dedo el SSD hacia abajo en el extremo opuesto al puerto, de modo que hagamos coincidir la muestra que tienen en ese extremo con el agujero para el tornillo. Al hacer esto ya podemos colocar el tornillo y atornillarlo normalmente.
Una vez hemos terminado, ya tenemos el SSD M2 instalado en la placa base y vamos a poder empezar a usarlo. En caso de que nuestra placa base incluyera un disipador para esta unidad, tenemos que colocarlo encima del SSD en el último paso, justo antes de colocar el tornillo, debido a que el disipador de las placas que lo incluyen normalmente se ancla a la placa base con el mismo tornillo que hemos usado para fijar el SSD.
Para su utilización
Como ya dijimos, una vez instalado ya podemos empezar a utilizar el SSD, solo es cuestión de cerrar la caja de PC, arrancar e ingresar al BIOS de la placa base para seleccionar el dispositivo de almacenamiento que vamos a utilizar para arrancar el sistema.
De aquí en adelante podemos disfrutar de un incremento de rendimiento en nuestro ordenador, lo notaremos no solo en los tiempos de carga mucho más veloces y mejores instalaciones. Si no también en que al PC le va a tomar mucho menos tiempo realizar búsqueda de datos al no tener que hacer frente a las típicas latencias de los discos duros tradicionales. Todo este aumento de velocidad con tan solo instalar un pequeño dispositivo.
Instalación en portátiles
Hay muchos equipos portátiles que traen de serie la capacidad de instalar un SSD M2 con unas especificaciones concretas. Estos puertos de expansión por lo general están en el compartimiento especiales que podemos abrir quitando unos cuantos tornillos, en otros modelos el mismo compartimiento nos permite acceder a la memoria RAM que tenemos instalada.
Su instalación no tiene nada de complicado, y es exactamente la misma que cuando instalamos un SSD M2 SATA o NVMe, por lo que no existe alguna diferencia en este sentido. También es una operación que se recomienda hacer en un equipo portátil de hace unos años que tenga puerto M2 y no se le haya instalado un disco duro. Lo que se consigue en rendimiento vale la pena y le daremos una segunda oportunidad de vida a este equipo.
Mientras que si se tiene un portátil demasiado viejo no vamos a poder hacer esta instalación, por ello en portátiles como en sobremesa podemos hacer uso de las ranuras SATA de 2.5 pulgadas e instalar un SSD.
En sobremesa vamos a encontrar puertos de sobra, mientras que en portátiles no es así, pero tenemos opciones. En este caso podemos desmotar el lector de DVD (si no lo utilizas) y aprovechar su puerto SATA para montar un SSD de 2.5 pulgadas. En cualquier caso, si nuestro portátil no tiene de ningún modo slots M2 lo mejor es que nos actualicemos en cuanto cambio de equipo.
Modelos SSD M2 más recomendados
En esta sección vamos a mostrar en total detalle los modelos de SSD M2 más recomendados que hay hoy en día. Son unidades que brindan lo mejor en cuanto a presentaciones frente a su coste, de modo que aquí mostraremos tipos para todos los gustos y necesidades:
Samsung 970 Pro
Sus características son las siguientes:
- Velocidad de trasferencia excepcional y mucha capacidad.
- Tecnología inteligente turbowrite.
- Fiabilidad excepcional.
- Tipos de particiones que soporta: MBR, GPT.
- Velocidad secuencia de lectura: 3500 MB/s.
- Velocidad secuencia de escritura: 2700 MB/s.
- Interfaz M2 para equipos ultraligeros o PC de sobremesa.
Requisitos:
Sistema Operativo Windows XP SP2 (32 bits), Windows Vist(32/64 bits), Windows 7 (32/64 bits), Windows 8 (32/64 bits), Windows 8.1 (32/64 bits), Windows 10 (32/64 bits); Memoria del PC (RAM) 1 GB o más; Espacio en disco 30 MB como mínimo necesarios para la instalación.
Samsung es una de las marcas que más ha apostado por los SSD desde que entraron en el mercado tecnológico, y es que a día de hoy son casi imbatibles en cuanto a calidad y rendimiento. Esta versión brinda una velocidad de lectura y de escritura de 3500 / 2300 MB/s, y se nos presentan versiones de 512 GB y 1 TB a un precio muy competitivo. Usa memorias de tipo MLC.
Samsung 970 EVO
Sus características son las siguientes:
- Velocidad SSD de nivel superior/ tecnología Samsung V-NAND/ rendimiento secuencial de lectura/ escritura de hasta 3.500/ 2500 MB/s. Rendimiento aleatorio desde hasta 5000/ 48000 IOPS..
- Fiabilidad incomparable: resistencia excepcional con hasta 1200 tbw/ tecnología de protección térmica dinámica (DTG).
- Fiabilidad de diseño del sistema: amplia gama de opciones de capacidad de 250 GB, 500 GB, 1 TB, 2 TB/ alta eficiencia y velocidades excepciones.
- Cifrado de 256 bits: motor de cifrado en hardware AES de 256 bits
- Importante: generalmente no se garantiza la compatibilidad del SSD 970 EVO con los modelos de MacBook. Los modelos de MacBook a partir de 2013 cuentan con su propio formato M2 patentado. Por ende, el Samsung 970 EVO únicamente se puede utilizar con modelos MacBook en combinación con un adaptador correspondiente.
- Lo más recomendable es comprobar la compatibilidad del producto en la página del fabricante de la placa base en donde se vaya a utilizar.
Los Samsung EVO son muy posiblemente los SSD de la gama más conocida y famosa del fabricante coreano. Ofrecen una brillante relación en cuando a lo que es rendimiento – precio, aunque sus tasas de transferencia baja un poco hasta los 3400/ 2300 MB/s. Usa memorias de tipo TLC 3D y se puede encontrar disponible en capacidades de 250 GB, 500 GB y hasta 1 TB.
Corsair MP510
Sus características son las siguientes:
- Factor de forma: M2 2280
- Interfaz del disco duro: Serial ATA
- Tipo de memoria: DDE3 SDRAM
- Hasta 3100 MB/S de lectura secuencia, hasta 1050 MB / s de escritura secuencial, hasta 180K IOPS de lectura aleatoria, hasta 240K IOPS 4KB de escritura aleatoria.
- Compatible con: Intel 100, 200, 300, X99, X299 Chipsets, AMD Socket AM4 Platform, X399
- Estos SSD M2 – 2280 permiten un nuevo nivel de rendimiento en un formato compacto.
Si hablamos de Corsair, tenemos que decir que también tiene mucho que decir en cuanto a los SSD, y la nueva integración a la gama del MP510 se ubica como una de las mejores que hay hoy en día con unas tasas de transferencia de 3480 / 300 MB/ s. Se pueden encontrar disponibles en tamaños de 240, 480, 960 y 1920 GB, muy deseables a decir verdad.
ADATA XPG GAMMINX S11 PRO
El siguiente SSD es una de las mejores opciones que tiene la marca en cuanto a rendimiento, con unos registros de 3500/ 3000 MB/s con memorias TLC 3D como en los casos anteriores y un disipador ya integrado en una configuración de 2280 compatible con casi todas las placas base. Este se puede encontrar en capacidades disponibles que son de 250 GB, 512 GB y 1 TB.
Corsai MP300
Las características son las siguientes:
- Interfaz NVMe PCI Express Gen 3 x2 de alta velocidad que llega a velocidades de hasta 1600 MB/ seg y que es incluso tres veces más veloz que la de SATA 6 Gbps.
- Usa la moderna tecnología 3D TLC NAND de alta densidad para conseguir una combinación perfecta de rendimiento, durabilidad y valor.
- Compatible con Microsoft Windows 10, Mac OS y Linux, sin necesidad de controlador ni derechos de administración específicos
- El software CORSAIR SSD Toolbox da la posibilidad de controlar más la unidad desde su escritorio. Por ejemplo, se puede realizar borrados seguros y actualizar el firmware.
- La corrección de errores ha sido mejorada y junto con la durabilidad garantizan la integridad de los datos y la fiabilidad de la unidad SSD.
Este último SSD M2, otro de marca Corsair, es un poco más asequible, aunque también con un poco menos de rendimiento, para todos esos usuarios algo más limitados de dinero. En esta ocasión vamos a lograr 2300/ 1500 MB/s que todavía sigue siendo mucho más que un SSD SATA y a un coste casi gratis para lo que se obtiene de esta unidad. Este SSD M2 se puede encontrar disponible en capacidades de 120 GB, 240 GB, 480 GB y 960 TB.
De esta manera, podemos ver que tenemos unos 4 o 5 modelos de SSD M2 que destacan entre todos los que existen y se pueden encontrar en el mercado actual, ya sea de la capacidad que sea, el rendimiento de estos es notable y el equilibrio que presentan ante su precio resulta verdaderamente justo al momento de adquirir una de estas unidades.
Además, a todo esto hay que sumarle el incremento de calidad y valor que le damos al equipo que se lo añadamos, pues en pocas palabras, el saldo de calidad y de gama que consigue un PC con un SSD M2 es increíble e inigualable en ciertos parámetros.
Conclusión final
Tal como hemos visto a lo largo de este artículo, los SSD M2 son unidades realmente innovadoras que ofrecen ventajas en cuanto a velocidades de transmisión de datos y capacidades, además hay varios modelos disponibles entre los cuales se puede escoger, por lo que cualquier tipo de usuario debería darle una oportunidad a estos dispositivos.
Por último queremos mencionar que su uso se va a ir estandarizando en cuanto a los juegos de PC, pues poco a poco irán a portando más ventajas a los ordenadores dedicados al gaming. Es por ello que podemos decir que, sin duda alguna, pronto se va a convertir en un periférico indispensable para correr los videojuegos de altos requisitos que aparecen hoy en día.