15 asesinados en la tierra del huachicol
Un grupo armado ha irrumpido esta madrugada del sábado en un bar de Salamanca (Guanajuato) y ha acribillado a balazos a 15 personas y ha dejado a cinco más heridas. El ataque se ha producido en pleno operativo del Gobierno mexicano contra José Antonio Yépez, El Marro, líder del cartel Santa Rosa de Lima, dedicado al robo de gasolina en la región. El crimen múltiple sucedido esta madrugada en Salamanca —una tierra hasta hace tres años alejada del terror de la narcoviolencia— sumado a los recientes narcobloqueos, explosivos encontrados, cateo de mansiones deshabitadas y detenciones, advierte de que la lucha de López Obrador contra el huachicol no ha hecho más que comenzar.
Los criminales entraron a un bar conocido como Las Playas, en la colonia de San Roque. Y después de asesinar a sangre fría, se han dado a la fuga. No hay, de momento, ningún detenido. La zona, está cercada desde hace semanas por agentes federales y la Marina, en una búsqueda a contrarreloj contra el capo de la gasolina. El nuevo enemigo público de México.
El Estado está sembrado por oleoductos de la estatal Pemex y se ha convertido en los últimos años en una de las zonas más fructíferas para este grupo del crimen organizado. En pleno Triángulo Rojo del huachicol, donde El Marro logró fortalecer su grupo —una escisión en 2017 del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación— e incluso amenazar de muerte a sus predecesores, si se atrevían a arrebatarle un pedazo del rentable pastel del combustible robado en su tierra. En la zona, muchos lo conocen como el dueño de la refinería que Pemex tiene en Salamanca.
El Marro se ha convertido en un símbolo de la lucha del Gobierno mexicano contra el huachicol, especialmente después de la tragedia de Tlahuelilpan. El accidente en el que murieron calcinadas más de 130 personas después de tratar de llenar cubos de gasolina en un oleoducto agujereado por los huachicoleros y que este explotara, supuso un golpe al hígado a una legislatura que acababa de comenzar. La polémica gestión del accidente —los militares, presentes, no apartaron a la muchedumbre de aquella bomba de relojería— uno de los más trágicos de los últimos años en el país, obligó al nuevo Gobierno a tomar medidas drásticas. Y el capo llegó a amenazar al presidente de México, López Obrador, decidido a devolverle el golpe a los huachicoleros: «Retire las fuerzas de seguridad de Guanajuato, si no, te voy a empezar a matar junto con gente inocente para que vea que esto no es un juego», rezaba el mensaje.
Las cuentas del capo han sido congeladas. Han detenido a dos de sus colaboradores, la operadora financiera del grupo criminal, Angélica N (cuñada de El Marro) — aunque ha sido liberada este viernes— y Javier N, que era un agente de la Policía Federal. Y la Policía Federal y La Marina, aseguran tenerlo «cercado». Registraron una mansión que Yépez tenía en el municipio de Villagrán (Guanajuato), de más de 7.000 metros cuatrados y el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, anunció este jueves: «Se están siguiendo sus movimientos y se está próximo a tener éxito total en el operativo».
Guanajuato ha sido hasta hace unos años un Estado alejado del terror de la violencia. Pero en enero de este año, todo cambió: murieron asesinadas 225 personas, según cifras oficiales, y la entidad se colocó entre las más letales de México. Solo cuatro años antes, en el mismo período de 2015, las cifras de homicidios no superaban los 65 al mes. En 2018 la cifra de muertes se duplicó y con crímenes como el de Salamanca todo apunta a que la estadística no deje de crecer.