Un tribunal de la ciudad china de Tianjin (noreste) condenó a muerte, por cargos de corrupción, a Lai Xiaomin, ex presidente del banco estatal Huarong, una de las firmas de gestión de activos controladas por el estado más grandes de China.

Este caso es considerado por la prensa estatal como el “mayor caso de corrupción financiera” de la historia reciente del país.

Lai, quien fue también condenado por bigamia, habría aceptado sobornos por más de 1.788 millones de yuanes (277 millones de dólares, 225 millones de euros) entre 2008 y 2018. En ese período también habría ejercido uno de los principales cargos de la Comisión Reguladora de la Banca de China (CBRC).

De acuerdo con la sentencia, el condenado solicitaba sobornos a cambio de ascensos o adjudicaciones de proyectos, lo que “puso en peligro la seguridad y la estabilidad de las finanzas nacionales y tuvo un impacto social extremadamente negativo”.

Lai fue detenido en 2018. El tribunal que lo sentenció lo califica de “anárquico y extremadamente avaricioso”. Además, fue declarado culpable de ser parte del desfalco de otros 25 millones de yuanes (3,9 millones de dólares, 3,2 millones de euros) de las cuentas de la sociedad estatal de gestión de activos financieros que presidía.

Entre sus pertenencias figuraba un alto número de inmuebles, relojes de lujo, automóviles, oro y colecciones de arte.

Pese a que la Justicia ha ordenado la confiscación de todos sus activos, hasta el momento no se ha recuperado 104 millones de yuanes (16,1 millones de dólares, 13,1 millones de euros) obtenidos ilegalmente por Lai.