Áreas protegidas de Ecuador
Áreas protegidas de Ecuador cuentan con nuevo horario ante situación epidemiológica con el COVID19. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica junto al Ministerio de Turismo anunciaron que debido al aumento de contagios de COVID-19 a nivel nacional y evitar aglomeraciones se modifica el horario de acceso a las áreas protegidas a nivel continental.
Las medidas estarán vigentes entre el 17 y 23 de enero aunque podrán estar sujetas a cambio de acuerdo a lo que estipule el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional.
Es así como el lunes, martes y miércoles las áreas protegidas estarán cerradas, mientras que de jueves a domingo sí se abrirán de acuerdo al horario de cada área, sin embargo, el aforo estará estipulado a la semaforización de cada cantón.
En el caso de aquellos con alerta roja el aforo será del 30%; en amarillo, el 50%; y verde, 70%.
Se indicó que las operadoras de turismo podrán ingresar con visitantes de acuerdo a la planificación durante toda la semana previa coordinación en cada administración.
El pasado domingo el COE Nacional estableció una semaforización a nivel nacional debido al aumento de casos de COVID-19, ubicando a 193 cantones en alto riesgo lo que conllevó también la suspensión de clases presenciales.
A través de un comunicado, el Ministerio de Turismo de Ecuador anunció que desde el 24 de enero pasado, todas las áreas naturales protegidas de su territorio continental cerrarán su acceso a los turistas los días lunes, “por desinfección de las instalaciones”, con el objetivo de “precautelar la salud de los visitantes y funcionarios”.
La medida, sostienen, apunta a profundizar las medidas de control en el marco de una nueva ola de COVID-19, producto de la alta contagiosidad de la variante Ómicron, que está generando un nuevo daño en el ecosistema turístico. Pero también permite reducir la circulación de personas y, en consecuencia, del virus.