La noche del sábado 4 de julio, autoridades de control intervinieron una fiesta clandestina, al interior de una discoteca, en el sector de Chillogallo, al sur de Quito. El establecimiento fue clausurado e incautaron jabas de cerveza.

La fiesta clandestina incumplía las medidas de restricción decretadas por la emergencia. Las autoridades encontraron jóvenes libando, algunos en estado avanzado de ebriedad, sin mascarilla y sin respetar el distanciamiento social que exige la emergencia sanitaria que vive el país. Los jóvenes fueron desalojados y el establecimiento clausurado.

Durante el operativo hubo persecuciones de infractores, la mayoría ingiriendo alcohol en la vía pública, a altas horas de la noche, irrespetando el toque de queda y las medidas de bioseguridad. El licor encontrado en su poder fue a parar en los sumideros y los infractores sancionados.

Durante el fin de semana también intervinieron el centro de la capital, otro de los sectores con más contagios y desorden, así como en los parques. Se registraron ventas ambulantes y aglomeración de personas, quienes no usaban mascarillas. El licor encontrado fue desechado.

El comportamiento de los capitalinos contribuye al incremento de contagios, en una ciudad en la que el sistema de salud está colapsado por la pandemia del Covid-19.