Resumen Historia de la Fundación de Quito 6 de Diciembre de 1534
San Francisco de Quito fue fundada por Diego de Almagro el 28 de agosto de 1534, sin embargo, la Historia de la fundación de Quito se considera el año 1534 un 6 de Diciembre por Sebastian de Benalcázar quien trajo el acta de fundación a su actual ubicación, llamándola Quito por que así entendía la llamaban los habitantes quechuas Quitus. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
En los tiempos en que llegaron los colonizadores los personajes de los grupos Inca Atahualpa y Huáscar, los cuales eran hermanos, querían establecer un imperio en el territorio donde ahora es Quito, entonces, se produjo una batalla y finalmente ganó Atahualpa.
La ciudad se encontraba sobre cenizas, ya que días antes había sido incendiada por el general inca Rumiñahui con el objeto de que los españoles no encontraran nada al llegar.
Inmediatamente se señalaron los límites, se estableció el cabildo, se repartieron solares y se delimitaron áreas comunales. La fundación de la ciudad en este sitio parece haber respondido más que nada a razones estratégicas. En el ámbito arquitectónico, empezaron a construirse los primeros monumentos de la villa, destacándose el inicio de la construcción de la iglesia de San Francisco, en 1536.
Luego, al llegar los españoles en el año 1533, uno de sus dirigentes Francisco Pizarro invitó a Atahualpa a reunirse con él, pero fue capturado y días después asesinado por órdenes del español.
La conquista fue motivada por el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa, historia de la Fundación de Quito.
Se formaron dos expediciones, la de Pedro de Alvarado, desde Guatemala, y la de Sebastián de Benalcázar procedente del sur. Fue éste último el que consiguió llegar primero y quien, el 6 de diciembre de 1534, fundó la ciudad de San Francisco de Quito junto a las faldas orientales del volcán Pichincha, con un aproximado de doscientos habitantes.
En las ruinas dejadas por la destrucción y quema de la ciudad por ordenes del guerrero Rumiñahui, inmediatamente se señalaron los límites, se estableció el cabildo, se repartieron solares y se delimitaron áreas comunales.